La CLAVE para ATRAER algo que deseamos
a nuestra vida CONSISTE en alcanzar una armonía vibratoria con lo que realmente
estamos deseando.
La forma más sencilla de alcanzar
dicha armonía VIBRATORIA es IMAGINAR que ya tenemos eso que deseamos, fingir
que ya forma parte de nuestra vida, hacer que nuestros pensamientos se deleiten
con esa experiencia, y a medida que practiquemos esos pensamientos y empecemos
a ofrecer sistemáticamente esas vibraciones, facilitaremos que lo que estamos
deseando y pasará a formar parte de nuestra experiencia.
Cuando prestamos ATENCIÓN a lo que
sentimos, es fácil averiguar si estamos dirigiendo nuestra atención al deseo o
a la ausencia de él.
Cuando nuestros PENSAMIENTOS coinciden
con el nivel vibratorio de nuestros deseos nos sentimos bien, se nos crea una
expectativa, un anhelo, una satisfacción , una alegría. Pero si prestamos
atención a la falta, o la ausencia, de lo deseado, nuestras emociones pasan del
sentimiento de pesimismo a la preocupación, al desánimo, a la ira, a la
inseguridad y a la depresión.
En la medida en que seamos consciente
de nuestras emociones, siempre sabremos si facilitamos nuestro Proceso
Creativo, y no volveremos a interpretar erróneamente el motivo por el que no
conseguimos lo que anhelamos. Nuestra emociones constituyen un maravilloso
sistema de guía, y si les prestamos atención podremos orientarnos hacia lo que
deseamos. Nos guste o no, obtendremos aquello en lo que pensamos.
A través de la Ley de Atracción,
atraemos como un imán, la esencia de lo que predomina en nuestro pensamiento.
Por lo que si nos concentramos en las cosas que realmente deseamos nuestra
experiencia vital lo reflejará . Ahora, si por el contrario, pensamos ante todo
en lo que no deseamos, nuestra experiencia vital actuará de igual manera y lo
reflejará.
Pensemos lo que pensemos, es como
planificar un acontecimiento futuro. Cuando queremos alcanzar o lograr algo, lo
planificamos. Cuando algo nos preocupa, lo planificamos. Aquí el preocuparse,
es utilizar nuestra imaginación para crear algo que no deseamos. Cada
pensamiento, cada idea, cada Ser, cada objeto… todo es vibratorio, de forma que
cuando centramos nuestra atención en algo, aunque sea durante un breve espacio
de tiempo, la vibración de nuestro Ser comienza a reflejar la vibración de
aquello a lo que hemos prestado atención.
Mientras más pensemos en ello, más
VIBRAMOS con ello; Por lo tanto, cuando más vibramos como ello, más atraemos a
aquello que corresponde con nuestra vibración. Esa tendencia en materia de
atracción aumenta hasta que ofrecemos una vibración distinta. Y cuando
ofrecemos una vibración distinta, las cosas que
coinciden con esa vibración son atraídas hacia nosotros, por nosotros
mismos.
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