Taller de Metafísica LXX

 

TRANSMISIÓN ELECTRÓNICA DE VIDA

Parte II

Herencia electrónica 

 

El patrón de tu corriente de vida es de un bello diseño, y los electrones que componen tu Presencia están todos formados de esa forma original. La Luz que fluye desde tu Presencia y entra a tu corazón también contiene esa forma. Por ejemplo, los electrones que conforman el cuerpo de Saint Germain tienen la forma de una Cruz de Malta, y los del Señor Buddha tienen una forma de loto abierto. Cuando Ellos hablan, las palabras que emanan de su boca y establecen vibraciones en el Universo están compuestas de incontables millones de diminutas cruces y lotos respectivamente. Cuando Ellos elevan Sus manos, los electrones que fluyen de las mismas están compuestos de miríadas de pequeñas formas que representan Sus corrientes de vida. La atmósfera que Los rodea está llena de millones y millones de estas diminutas formas que salen hacia el interior del Universo. Los lugares donde Sus pies se han parado, tienen estampados estos diminutos patrones electrónicos, y esa sustancia es superpuesta sobre los vestidos que Ellos han usado, las habitaciones en que han vivido, los árboles que le dieron sombra y las camas en las que se acostaron. 

Los más poderosos diseños concentrados están próximos al cuerpo físico o al lugar donde el individuo habitó durante su última encarnación, y es por eso que encontrarán una cierta identidad en centros espirituales allí donde grandes hombres y mujeres alcanzaron. 

Tu casa, tu ambiente y tus efectos personales están, igualmente, poderosamente cargados con el patrón electrónico de tu corriente de vida. De por sí, ese patrón es neutral, pero el sentimiento que tu energía descargó a través de dicho patrón determina su radiación. Es como tu fantástico cortador de galletas que hará una forma de galleta, ya sea que utilices fango o masa. Cuando el patrón de tu corriente de vida es cargado dentro de la Sustancia-Luz-Universal, si tu sentimiento es armonioso, tu radiación será de beneficio para toda vida; si el sentimiento es inarmonioso, sigue llevando tu patrón, y como emanó de ti al Universo, tendrá que asumir la responsabilidad por toda vida que afecte discordantemente antes de que regrese a ti. No hay persona que pueda pararse ante el Ojo Todo-Avizor de Dios y negar el patrón de su propia energía de vida impuesta sobre cualquier parte de vida constructiva o destructivamente, ya que doquiera que tu “sello” se encuentre, cual tu huella digital, allí has estado tú, y tendrás que responder a la vida por lo que allí se hizo. 

  

Sanación Crística 

 

El Maestro Jesús utilizó Sus manos casi constantemente como conductoras de energía atraída de Dios, y las cargó por medio de los electrones de Su Gran Corriente de Vida con el poder de sanación para aquéllos que requerían asistencia. Él y sus discípulos sanaron por medio de “la imposición de manos”. De esta manera, las partículas electrónicas de la energía del Maestro fueron cargadas tanto en la estructura física cuanto en los cuerpos mental, emocional y etérico de quienes requerían asistencia. Estas partículas de Luz permanecieron con el individuo e irradiaron el sentimiento del Maestro mucho después de que Él había proseguido Su camino. El propósito del Maestro en esto era el de sostener Su conciencia en el individuo, asistiéndolo de esta manera, no fuera que la mente de la masa lo atrajera de vuelta a su anterior manera de pensar. Todos los que estaban cerca del Maestro Jesús en esa encarnación estaban literalmente cubiertos con las “partículas escarchadas de Su Luz”, las cuales constituían una vestidura de Gracia tan tangible como lo era la blanca vestimenta que utilizaba. Igualmente, todo el Planeta fue beneficiado por la radiación de Su Presencia. 

Por eso, sean cuidadosos en cómo hablan, ya que cada vez que pronuncian una palabra, la energía se apura hacia adelante desde su boca y crea un pensamiento-forma compuesto con el patrón de su corriente de vida. Si Saint Germain fuera a pronunciar la palabra “gato”, Su pensamiento-forma estaría compuesto de miríadas de pequeñas Cruces de Malta; y si el Señor Buddha dijera “gato”, Su pensamiento-forma estaría compuesto de diminutas flores de loto. De allí que nos corresponda se cuidadosos en cuanto a cómo utilizamos la energía ya que de acuerdo a la manera de enviarla adelante, recibiremos de vuelta, felicidad…¡o lo contrario!. 

*Este diseño es lo que se denomina Patrón Electrónico. El Gran Creador, en Su gran misericordia y bondad, creó el patrón electrónico de cada individuo diferente y distintivo, para que todos pudieran gozar de cierto grado de individualidad y belleza de forma. Cada patrón y forma representa la identidad de la Presencia “YO SOY” que se manifestará por conducto del Santo Ser Crístico a través del ser externo, al tiempo que los tres se vuelven Uno. Se dice que el patrón electrónico de Sanat Kumara es la Estrella perfecta de Amor y Paz y esto significa que todos los electrones que componen sus cuerpos son incontables miríadas de réplicas de esta forma a través de la cual la Luz de Dios fluye. 

Cuando la energía de Dios que los Maestros extraen desde el Cuerpo de Dios pasa bajo Su control-consciente, es inmediatamente estampada con sus patrones y cuando la misma transita por el Universo, dirigida por Sus pensamientos, sentimientos, palabras habladas o acciones, estos electrones llevan el trazo de Su patrón particular. 

De manera similar, toda la Energía de Dios que cada chela extrae de lo Amorfo inmediatamente toma la forma de su propio patrón electrónico. Es así como la energía viaja en su actividad circular y regresa, de acuerdo a la Ley del Círculo, a ustedes con poder adicional. 

El ser personal que no ve la energía ni tampoco su marca de propiedad personal sobre la misma, siente que puede emitir dicha Energía indiscriminadamente sin rendir ningún tipo de cuentas al respecto, pero cada forma de pensamiento, forma de sentimiento, palabra y actividad del ser exterior lleva dicha marca, que identifica la Energía con que la calificó y gastó la persona que la extrajo. Ésta se mueve de forma circular, y regresa a su fuente para ser redimida, trayendo consigo otra energía de índole similar.