El roble, árbol sagrado y protector
El roble puede vivir hasta mil años y
medir hasta cuarenta metros.
El roble no sólo proporcionaba
alimento, sino que los europeos primitivos pudieron utilizar la madera de roble
en sus hogueras para mantenerse calientes en sus viviendas de madera. Ejemplo
de viviendas de madera de este período ofrecen testimonio de una sabia
utilización de los recursos de los grandes bosques de la Europa templada. Estos
europeos primitivos observaron que el roble era el árbol más venerable del
bosque, el más resistente y el más útil. Desde este período, que probablemente
duró unos mil años, se desarrolló la veneración por el roble y la aparición de
los “sabios del roble”, que es una creencia capital en las más antiguas
religiones indoeuropeas. Tener un conocimiento de los árboles, proporcionaba
técnicas de supervivencia y, por tanto, sabiduría.
Hacia el comienzo del primer milenio A.C., cuando los celtas comenzaron sus expansiones, todo hombre y mujer con
cultura dentro de la sociedad era descrito como poseedor del “conocimiento del
roble”. Y, en la propia religión celta, el roble continuó siendo venerado como
el gran símbolo del crecimiento de las plantas, así que, como culto, su
simbolismo pervivió entre los celtas algún tiempo después de que se hubiese
perdido entre los griegos y los latinos.
El roble fue elegido para las
construcciones funerarias de madera tanto por la cultura de Hallstatt como la
de La Téne, ambas celtas primitivas, y ramas de roble fueron recuperadas,
igualmente, de un enterramiento celta en un sarcófago de roble de Gristhorpe,
Yorkshire. El simbolismo del roble está omnipresente en la antigua cultura
celta.
Para los celtas, el roble reunía la
fuerza y la sabiduría, siendo el árbol real y el punto central de sus ritos,
tanto públicos como iniciáticos. El roble está estrechamente ligado al poder.
En muchas culturas la sucesión real se hacía al abrigo de un roble.
El roble es el árbol sagrado de los
celtas, está asociado con las potencias celestiales. En el siglo II Máximo de
Tiro afirma que la imagen de Zeus entre los celtas es un roble, Plinio describe
el ritual druídico de recogida de muérdago del roble, este mismo autor hace
derivar la palabra “Drus”( origen de druida )de “drus-Roble”.
Druida quiere decir: “el que aprende
del roble” y Druidesa “la que guarda el roble” (Duir, roble).
Los Druidas llamaban al roble con el
nombre “Duir”, cuya traducción es “puerta” y la tradición indica que los celtas
espiritualmente avanzados, a través de este mágico árbol tendrían acceso a los
planos etéreos de pensamiento superior que encontraba la puerta de acceso en el
roble.
La fuerza del Druída estaba en
relación directa con su comunicación con
el bosque; era de ese misterioso mundo de la naturaleza de dónde surgía la voz
de los dioses; entonces árboles y bosque
eran sagrados; y mas aún los calveros
del bosque llamados por los celtas “nemeton” o santuarios; éstos eran partes
del bosque abiertos al cielo, claros del bosque, dónde el suelo aparecía cubierto por
determinadas hierbas y se erguía algún roble solitario, junto al cual se
oficiaban las ceremonias.
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