Tal y como lo explica Robert B. Stone en el libro “La Magia
del Poder Psicotrónico”, el primer paso para activar el poder psicotrónico es
pensar en lo que quieres conseguir con él.
Puede ser cualquier cosa, grande o pequeña: un empleo,
mejorar la relación con alguien, sanar un problema de salud, etc. Por ejemplo,
mi amiga me contó que ella lo había utilizado (entre otras cosas) para que no
le picaran los mosquitos.
El segundo paso es imaginarte mentalmente que estás en una
habitación agradable para ti. Puede ser como tú quieras, lo único es que tiene
que tener una claraboya en el techo a través de la cual se ve el cielo.
Cuando lo tengas, luego te imaginas que un rayo de luz baja
desde el cielo, entra por la claraboya y llega hasta ti, llenándote del poder
psicotrónico (también puedes llamarle Poder Divino, Poder Universal, o de
cualquier otra manera. El nombre es lo de menos).
Y por último, te imaginas mentalmente que sucede lo que
quieres que pase, mientras, al mismo tiempo, gesticulas con las manos algo que
acompañe lo que te estás imaginando.
Por ejemplo, en el caso de los mosquitos, mi amiga me
explicó que ella se imaginaba que los mosquitos se iban de su lado, mientras
con las manos gesticulaba haciendo ver que los apartaba amablemente y que los
acompañaba lejos de ella.
Esta idea se puede aplicar a cualquier otro caso. Si quieres
resolver un conflicto con otra persona, por ejemplo, puedes imaginarte que os
habláis con respeto, mientras mueves las manos simbolizando que la energía
fluye con armonía entre vosotros. O si lo que quieres es un empleo, puedes
imaginarte que ya lo tienes, mientras con las manos gesticulas que lo estás
realizando.
El gesto concreto no es importante, lo que importa es que
muevas las manos, que hagas algo relacionado con lo que deseas y que el
movimiento que elijas tenga sentido para ti.
“Casualmente”, el mismo día que mi
amiga me explico todo esto me habían picado unos cuantos mosquitos. Y también
“casualmente”, al día siguiente poco después de levantarme, vi uno que volaba a
mi alrededor. La vida me lo ponía en bandeja para practicar…
Así que hice el ejercicio. Me imaginé que el mosquito se
iba, y moví las manos simulando que lo alejaba de mí.
Y no me picó.
Y después lo probé con algunas cosas más (de momento cosas
sencillas). Y funcionó muy bien.
Cómo Aprovechar el Poder Psicotrónico al Máximo
La base del poder psicotrónico es el poder mental, ya que
hay que imaginarse mentalmente lo que se quiere conseguir. Es lógico, pues es a
través de la mente que creamos la realidad.
Pero aparte de la mente, utiliza también las manos. Y este
punto es muy importante. Y muy potente.
El gran problema del poder de la mente es que es muy difícil
controlar lo que pensamos a voluntad. Es muy difícil centrarnos únicamente en
aquello que deseamos y no pensar en lo que no queremos.
En cambio, para nosotros es relativamente fácil controlar
nuestro cuerpo, especialmente las manos. Nos cuesta mucho mantener la mente
fija en un pensamiento sin despistarnos, pero podemos controlar las manos sin
dificultad. Por esto es muy útil utilizar las manos para activar el poder
mental. Nos ayuda a mantener el control.
Además, las manos en concreto tienen una relación muy
estrecha con el hecho de conseguir cosas materiales. Con las manos cogemos las
cosas, y con las manos hacemos las cosas. Esto hace que, al mover las manos,
activemos la energía de nuestro interior que hace y consigue cosas.
Por estos motivos, gesticular con las manos es una manera
muy efectiva de dar más fuerza a nuestro poder interior.
En realidad, no es necesario hacer todo el ejercicio de
imaginarse la habitación con la claraboya, aunque ayuda hacerlo. La más
importante es sentir que el poder universal entra en ti, imaginarte lo que
quieres, y luego gesticular con las manos.
Si te fijas, esto es lo que hacen los “magos” de la mayoría
de historias fantásticas: mover las manos para hacer magia. No es casualidad,
estas historias suelen tener una esencia muy profunda. Por esto hay tantas
personas que se sienten atraídas por ellas.
Así que te animo a probarlo. Yo lo estoy haciendo desde hace
poco, y los resultados son muy interesantes.
La magia real es un poco distinta de la magia de los
cuentos, pero existe.
Y todos somos magos.
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