Es un ritual sanador a través del cual puede encontrarse con
su Ángel de la Guarda. Haga este ritual cada vez que se sienta separado de su
propia luz, cuando está preocupado, angustiado, cansado, en temor, o en
desconfianza:
1. Encuentre un lugar tranquilo y sin interrupciones para
realizar este ritual. Podría escuchar música suave que le ayude a
relajarse. Aquiétese, respire
profundamente y repita despacio:
7 veces: “Me hago consciente de mí”. Respire profundo entre
cada declaración.
3 veces: “Me hago consciente de mi cuerpo”
Ahora, dígase a sí mismo: “Inhalo en calma y en paz”.
3veces: “Me hago consciente de mi mente”.
Repita: “Al inhalar, me inunda la calma y la paz”.
3veces: “Me hago consciente de mi corazón”.
Y ahora,
2. Imagine el mar frente a usted mientras usted está parado
en la orilla con sus pies sobre la arena.
3. Diríjase al Creador de Todo lo Que Es, y pídale que la
presencia de su Ángel de la Guarda se haga manifiesta. Cierre sus ojos, vea con
los ojos de su mente, cómo él se hace presente. Perciba su energía.
4. Tómese el tiempo para darle la bienvenida con amor y
gratitud.
5. Acuéstese sobre la arena blanca, tibia y húmeda.
6. Permita que su Ángel de la Guarda lo cubra amorosamente
desde el cuello hasta los pies con esta arena sanadora y llena de luz.
7. Cierre sus ojos y quédese bajo esta arena mientras su
Ángel de la Guarda se sienta a su lado a pedir e interceder por la integridad y
bienestar de su alma y de su vida. Entréguele a él todo estrés, enfermedad,
dolor, incomodidad, cansancio, toda tensión, todo pensamiento distractor,
perturbador, negativo e inútil, todas las cargas y penas de su corazón.
Aquiétese, respire profundamente, y sienta cómo suelta, libera y deja ir todas
sus cargas.
8. Descanse y permita que su Ángel de la Guarda termine su
ritual de sanación y petición por usted.
9. Al terminar y una
vez que se esté limpio de la arena, puede conversar con su Ángel de la Guarda y
agradecerle su presencia constante con usted. Puede hacerle una petición
especial.
10. De gracias.
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