“Los principios de la verdad son siete: el que comprende esto perfectamente posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par”.
Los siete principios universales del cosmos no diferencian
entre naciones, razas, o credos y someten sin distinción alguna, a ricos y
pobres, a ignorantes y sabios, a adultos o niños. El conocer estos principios y
el
saber utilizarlos nos aportan beneficios espirituales y
físicos para la humanidad.
Hermes Trismegisto ha dejado asentado el secreto del
conocimiento a través de 7 claves o principios. Siglos después, algunos
esoteristas los plasmaron en una obra que reunió varios conceptos herméticos:
El Kybalión.
Hermes Trismegisto, que significa el “tres veces grande”,
fue un personaje de gran sabiduría que tomó sus conocimientos de los egipcios,
y a quien se le atribuye ser el creador de la alquimia y desarrollar un sistema
de creencias metafísicas que hoy es conocido como hermetismo.
Durante la Edad Media y el Renacimiento los escritos
atribuidos a Hermes Trismegisto gozaban de gran crédito y eran populares entre
los alquimistas. La tradición hermética, por lo tanto, se asocia con la
alquimia, la magia, la astrología y otros temas místicos y ocultistas.
EL KYBALIÓN
Por su parte, El Kybalión -de autores anónimos- es un
documento del siglo XX que contiene y reúne al conjunto de enseñanzas de la
filosofía alquímica y que sintetiza los siete principios herméticos, adaptados
al pensamiento de ese entonces y que abren las puertas a la gran sabiduría a
quienes sepan interpretarlos y llevarlos a la práctica.
Los siete principios son:
Mentalismo. El Todo es mente; el universo es mental. Somos
lo que pensamos y nuestro presente se rige por ello.
Correspondencia. Como es arriba, es abajo; como es abajo, es
arriba. Afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: el
Físico, el Mental y el Espiritual.
Vibración. Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.
Polaridad. Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par
de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son
idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas
las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
Ritmo. Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de
avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo;
la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su
movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.
Causa y efecto. Toda causa tiene su efecto; todo efecto
tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte o azar no es más que
el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad,
pero nada escapa a su dominio.
Género. El género existe por doquier; todo tiene su
principio masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos. En
el plano físico es la sexualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario