EL REINO ELEMENTAL
Parte IV
El Elemento
Aire
Servicio de las
Sílfides
La humanidad ha utilizado el Aire a través de las eras. Desde el momento en que descendió la Primera Raza Raíz, cada corriente de vida inhalaba libremente aire puro dentro de sus pulmones. Después de la venida de los rezagados de otras estrellas, y después de la aflicción de las sombras creadas por el pensamiento y el sentimiento discordante, cada corriente de vida ha exhalado algún veneno en ese aire fresco y puro preparado por la misma Aries, directora del Elemento Aire, y por los poderosos silfos que trabajan en este servicio. Si se colocara una corriente de vida en una habitación en la cual no hubiera infiltración alguna, tal individuo se auto-destruiría por su propio aliento contaminado.
Hay millardos de corrientes de vida sobre la Tierra que constantemente inhalan Vida, Energía, Vitalidad y Luz y a cambio exhalan sustancia y desperdicios contaminados. Esta es la imposición colocada sobre el aliento de vida a través del pensamiento, sentimiento y conciencia etérica discordante, además del excremento carnal, todo lo cual debe ser purificado y redimido por los Espíritus de la Naturaleza durante las horas de la noche para que el individuo pueda recibir el suministro al día siguiente.
Ese es el servicio que realizan los Elementales del Aire sobre el Planeta Tierra-manteniendo la atmósfera limpia y clara-usando los poderes purificadores del Fuego Sagrado.
Mediante la purificación, este Fuego Sagrado cambia la cualidad del Aire al elevar la vibración del aliento exhalado de los habitantes del Planeta.
Si las sílfides y los Directores de las Corrientes de aire interrumpieran su servicio siquiera por un período de veinticuatro horas, no habría necesidad de métodos ingeniosos de destrucción concebidos por la mente humana para destruir la raza, porque su aliento-no purificado por los elementales del Aire- los asfixiaría en un corto lapso debido al techo colocado alrededor de la Tierra que encierra Su atmósfera.
Dice Aries: “Cuando se levantan a un nuevo día brillante…cuando respiran pura Luz cristalina y cuando sienten sus cuerpos renovados con fuerza y energía…por las pocas personas que siquiera están informadas de este servicio, existen millardos que no lo están. Existen millardos de personas que dan por sentado el Aire, Agua, Luz del Sol y la buena Tierra de Dios-millardos de personas que usan los regalos de los Elementos, haciendo a un lado, como superstición y mitología, la existencia de los Directores de esos Elementos. ¡Más insensato aún-en vez de aceptar una Inteligencia Directora que gobierna estas extraordinarias fuerzas-le atribuyen la regulación de las mareas, de la Luz del Sol, de la cosecha, del Aire, al azar…al ‘albur’!
Desde el negocio u organización religiosa más pequeña hasta el gobierno nacional u Orden Mundial más grande, siempre hay un Foco de Inteligencia que dirige sus actividades-además de otras corrientes de vida que cooperan con Éste en un esfuerzo por llevar a cabo de manera tan exitosa como sea posible el servicio con el cual se comprometieron.
Como es abajo, así es arriba. La Gran Fuente Infinita de Toda Vida-la Primera Causa Universal desde la cual todos entramos a la existencia-tiene Inteligencia, Foco y Forma. Aunque Su radiación es universal, esta Gran Inteligencia, ha delegado a aquellos que hemos calificado para el servicio con Ella, la oportunidad de desarrollar nuestros poderes individuales para ayudar a las evoluciones en diversos planetas.
¿No sería egoísta por parte de Dios, si le negara a Sus criaturas y creaciones la oportunidad de servir con Él para expandir las fronteras de Su Reino?
¿No sería una conducta extraña en un Ser Todo-Amoroso el que insistiera en llevar a cabo la Creación por Su cuenta-sin los esfuerzos cooperativos de Ángeles-Devas, Maestros y Directores del Reino Elemental-empequeñeciendo de ese modo la oportunidad para los demás y su habilidad de servir?
El Dios que nos hizo en el principio nos hizo LIBRES. Nos dio vida desde Su propio Gran Corazón Cósmico-nos dio el poder para pensar, sentir y utilizar Su Propio cuerpo viviente para experimentar con la energía de Vida.
De vez en cuando, tales seres han escogido convertirse en Directores de las Fuerzas de los Elementos. Algunos fueron llamados a este servicio en el Planeta Tierra por Helios y Vesta cuando obtuvieron permiso del Gran Sol Central para crear un Sistema Solar.
El Gran Sol Central encontró tanto a Helios como a Vesta capaces de usar las fuerzas centrípeta y centrífuga con suficiente poder de Amor Divino y control de energía para no sólo crear sino también sostener un esquema planetario.
Helios y Vesta diseñaron un plan para la creación de los planetas de Su Sistema, y lo colocaron en el corazón viviente de una Guardiana Silenciosa Cósmica, quien lo guarda hasta el día de hoy.
Luego vinieron los Elohim, y con Ellos los Directores de las Fuerzas de los Elementos- todos cooperando conjuntamente en la evolución de la vegetación de la Tierra, con el Elemento Agua, el Reino de la Naturaleza y el poder fecundador del Elemento Fuego en cada planeta de nuestro Sistema.
Estos planetas estaban destinados a ser habitados por
ciertas chispas-espíritus desde el Corazón de Helios y Vesta, los cuales debían
conformar los núcleos de las corrientes de vida que evolucionarían sobre
ellos.
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