Todos tenemos alrededor a una persona que se estresa, enoja
o irrita fácilmente, sea alguna pareja, amigos o familiares.
Todos nos molestamos, pero hay quienes llevan su enfado a
niveles tremendos, molestos y hasta preocupantes, porque no saben canalizar su
energía y controlarse. Por supuesto, no es un problema que sólo afecte a los
adultos, ya que hay niños pequeños que no salen de sus berrinches y contagian su
malestar.
Este es un sencillo ritual para ayudar a tranquilizar o
amansar a una persona. ¡Ojo! Que también puede servirte para restar el impacto
negativo de algún enemigo que tengas por ahí en tu vida...
Necesitarás de ingredientes principales un pequeño frasquito
de vidrio, así como azúcar morena, miel de abeja, canela en polvo y una rama de
ruda.
Ten a la mano una foto de la persona conflictiva, aquella
que necesitas que calme sus ánimos.
Tomar tres hojas de la rama de ruda y pégalas en forma de
cruz detrás de la foto de esa persona que quieras tranquilizar.
Ahora toma una vela azul (que simboliza la tranquilidad y
serenidad) y conságrala. Es decir, di en voz alta que la consagras para un
ritual para calmar a alguien. Enciéndela a tu lado, junto a la foto.
En un pequeño papel rosa, anota el nombre completo de la
persona a quien le dedicas este ritual.
Enseguida, dobla el papelito cuantas veces necesites para
que quepa bien dentro del frasquito de vidrio. Asegúrate de que no se vea el
nombre de la persona.
Ahora, llenarás el frasquito de vidrio con un poco de miel
de abeja.
Después de un poco de miel, echa el azúcar morena y la
canela en polvo. Finaliza con otra "capa" de miel y cierra bien el
frasco.
Mientras haces esta parte del ritual, visualiza en tu mente
a esa persona a quien necesitas "endulzar". Di en voz alta lo que
necesitas que pase con ella: que se le baje el enojo, que mejore su carácter...
Lleva contigo el frasquito de vidrio con su contenido al
menos nueve días. Pasado este periodo de tiempo, lo vas a enterrar en tu
jardín, maceta o en algún lugar fuera de tu casa junto con la foto de la
persona con la ruda detrás para que se "endulce".
También ayuda que encomiendes una oración a San Marcos de León, ya que puede ayudar a calmar a cualquier persona, incluyendo enemigos. Tiene distintas variaciones, pero aquí te dejo una:
"San Marcos de León, tú que amansas los dragones, leones y toros bravos,
amánsame los enemigos
fervorosos; humíllales ante mí".
"Envíales sin distinción de clases o de nación y ya
arrepentidos, a que obtengan el perdón. Déjalos si increyentes dudan de la
verdad, de los rumores de la fuente cristiana con suavidad divina hacia la
realidad. Espíritu dominante domina a mis enemigos con tu divino poder que Dios
te ha dado, AMEN".
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