martes, 2 de marzo de 2021

Taller de Metafísica Parte XLII

EMMET FOX: EL EQUIVALENTE MENTAL

 

Parte III

 



¿ Qué debe hacerse?

 

La única forma de expulsar un equivalente mental equivocado o negativo es suministrar lo contrario. Piensa positivamente, piensa lo correcto. El pensamiento correcto o positivo automáticamente extirpa el pensamiento erróneo. Si dices: "No voy a tener más resentimiento. No creo en esto, ni voy a pensar más en ello", ¿en qué estás pensando sino en resentimiento? No haces más que pensar en resentimiento todo el tiempo y fortalecer el equivalente mental correspondiente. ¡Olvídalo! Piensa en salud, en relajamiento físico, en paz y armonía, y pronuncia la Palabra. Así estarás construyendo un equivalente mental de salud. Si deseas la plaza perfecta — si tu problema es que no tienes trabajo o que te sientes en el trabajo incorrecto o que no te gusta —, si dices: "No voy a pensar en desempleo", estás mal. Esto ES pensar en "desempleo", ¿no es cierto? Piensa en la plaza correcta.

Si te dices a ti mismo: "No pienso en la Estatua de la Libertad, en New York", bien sabes lo que estás pensando. No estás pensando en otra cosa sino en la Estatua de la Libertad. Allí está ella, con la antorcha en la mano. Digo, yo no pienso en ella, pero tú sí.

Les contaré ahora que hace algún tiempo visité — cerca de Springfield, Illinois — una perfecta reproducción del villorrio de New Salem en los días de Abraham Limcoln. Hasta la cabaña era exacta...

Te olvidaste de la Estatua de la Libertad, ¿no es cierto? Estabas pensando en New Salem. Te di una idea distinta. Esta es la clave en el manejo de tu mente, de tu pensamiento; y, por consiguiente, la clave para manejar tu destino.

 

Sobre vigas y clavos

 

No te apropies de cosas negativas. Sustitúyelas, suplántalas con cosas positivas y constructivas. La ley mental es que puedes deshacerte de un pensamiento sustituyéndolo por otro. Si un carpintero pone un clavo en una viga, allí queda el clavo; pero si pone un segundo clavo encima del primero, un clavo saca al otro clavo. Esto es exactamente lo que ocurre en la mente cuando sustituyes una imagen por otra, porque por cada cosa en la vida tiene que haber un equivalente mental.

Si empiezas hoy mismo a rehusarte a pensar en tus errores — y, por supuesto, esto también incluye los errores de los demás — , si dejas de pensar en errores y mantienes, en cambio, tus conceptos reales; si dejas de pensar en el miedo y piensas en Amor Divino, si cesas de pensar en escasez y en su lugar piensas en la prosperidad y en la presencia de la abundancia de Dios; y si entonces piensas con la debida claridad y !e pones interés, estarás edificando un equivalente mental de felicidad y prosperidad.

 

Términos de construcción

 

Si tu pensamiento es muy vago no construyes un equivalente mental. Si tu pensamiento carece de interés, no edificas un equivalente mental. Así, procura que tu pensamiento sea tan claro como te sea posible. Nunca luches. Tan pronto asumes la actitud de "Voy a lograr lo que quiero"..."lo voy a conseguir aunque me cueste la vida", toda construcción mental se estanca.

A todos se nos ha dicho que nos relajemos. Hemos visto gente que basta con que se le diga que se relaje para que se ponga aún más tensa. Ellos querían relajarse aunque esto les costara la vida si era necesario, y, por supuesto, perdieron de vista su verdadero propósito.

Piensa lo que deseas tan claro como te sea posible; se definido pero no seas muy específico. Si vives en un apartamento y dices: "Quiero una casa en el campo o en las afueras, la quiero con un balcón, con un patio grande lleno de árboles y flores", nada de malo hay en ello. Pero nunca digas: "Tengo que tener la casa en el 257 de la 9ª Avenida."

Imagínate que vas de compras. Por supuesto que deberás saber lo que deseas comprar, tan siquiera deberás tener una idea de lo que quieres. Si dices: "Quiero algo pero no sé qué es, le dejo a Dios que me inspire"...si dices: "Quiero un negocio, puede ser una finca o una tienda, se lo dejo a la Mente Divina", eres un tonto. ¿Para qué estás aquí? Debes tener algún deseo y anhelo, porque tú representas a Dios. Por consiguiente, debes decir: "Quiero una tienda y sé la clase de tienda que deseo".

Conozco a una mujer que trajo a la manifestación una tienda de sombreros. No tenía capital pero quería un negocio. Quería una tienda de sombreros. Le encantaba hacer sombreros. Tenía un talento natural para esta clase de trabajo. Podía hacer un sombrero para cada tipo de mujer, y ése era el arte que necesitaba para la tienda de sombreros. No era una gran mujer de negocios, por lo que construyó el equivalente mental de una tienda de sombreros. Ella no dijo: "Tiene que ser en determinada cuadra de cierta calle". No dijo: "Voy a tener esta tienda aunque me cueste la vida", ni "Quiero una tienda y voy a tener la de Juanita." No, señor. Ella construyó un equivalente mental específico, y ésta es la forma correcta de hacerlo. Si dices: "Quiero un cuerpo saludable y fuerte", y haces el equivalente mental pensando constantemente en tu cuerpo como un cuerpo perfecto, eso está bien. No pienses en muchos detalles. No digas: "Primero voy a enderezarme los dientes pensando correctamente, y dejo la calvicie para después, o quizás sea mejor arréglame el asunto de la calvicie primero, y los dientes que esperen." Lo equivocado aquí es la cuestión de los detalles. Lo malo de elaborar está en entrar en detalles insignificantes, diciendo: "Lo quiero cuando yo diga, a mi manera, quiéralo Dios o no."En vez de entrar en muchos detalles, debes tener una idea definida.

 

 

Proceso de enfoque

 

No luches por aclarar tus ideas. Estarán más claras mañana, pasado mañana o dentro de quince días. Si estás mirando por unos binoculares y quieres mejorar el enfoque, todo lo que haces es ajustarlos hasta enfocar claramente, ¿no es cierto? Para obtener el equivalente mental, tal vez necesites una semana o un mes, tal vez un año. Llénalo de interés como si fuera una carga eléctrica, ya que si no, se muere. La única forma de hacerlo es con amor. No "te puede interesar algo si no lo quieres. Si lo amas, está lleno de interés, de energía y de vicia, por lo que se vuelve real.

Se cuenta una interesante anécdota de Napoleón. El pensaba que una nariz grande era señal de un carácter fuerte. Decía: "Denme un hombre de nariz grande". Si alguien venía donde él y le decía que tal o cual oficial merecía un ascenso, de inmediato preguntaba: "¿Tiene grande la nariz?" Sí le mataban un oficial, lo reemplazaba con uno de nariz grande. Y, ¿saben lo que pasó? La Ley le envió a Wellington, quien le destruyó a él Wellington tenía la nariz más grande en toda la historia de Inglaterra. El mismo decía que tenía un gancho por nariz. Tómenlo como un chiste si desean, pero conlleva una lección importante.

 

Esencia docente

La doctrina del equivalente mental es la esencia de la enseñanza metafísica, la doctrina que enseña que obtendrás todo de lo cual proveas un equivalente menta!.

He conocido muchos casos sobresalientes en que la gente suministró el equivalente mental y del cielo surgieron cosas que nunca hubiera conseguido ordinariamente. Conozco a hombres y mujeres en Londres, New York y otros lugares que humanamente no parecía posible que pudieran tener éxito jamás, pero se apropiaron de este conocimiento del equivalente mental, lo sostuvieron, y tranquilamente aplicaron este conocimiento; y, tarde o temprano, sin ayuda externa, vino a sus vidas lo que anhelaban y lo conservaron, y fue una bendición para ellos.

 

Edificando un nuevo equivalente mental

Tu trabajo consiste en demostrar, y para realizarlo con éxito necesitas saber por qué debes hacerlo. ¿Por qué has de traerlo a la manifestación? Algunos dicen: "SÍ Dios es todo, y todo es perfecto, ¿por qué debo buscar su Ley y demostrarla?" Pues porque debes probar la armonía del Ser en tu propia vida, ésta es la razón. Si no hubiera necesidad de manifestación, podrías irte a dormir y quedarte allí, o, tal vez más sencillo, ir donde el primer enterrador que encontraras.

 


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