Hay muchos tipos de hechizos y cada
uno de ellos tiene sus características propias, de la misma forma que habrá que
proceder a través de uno a de otro según sea la intención que se tenga.
Hechizo directo
En este tipo de hechizo, se establece
un contacto directo con la víctima. Se trata de hacer ingerir a la víctima las
pócimas y filtros necesarios para que reciba los efectos deseados por el
atacante. En estos filtros se hallan ingredientes tales como uñas, cabellos u
otros similares. Cuando se hacen beber estos ingredientes suele haber una
intención sexual detrás, suele haber un deseo de alimentar la atracción sexual
hacia alguien.
Otros ingredientes suministrados son
las hierbas que se recolectan la noche del 23 de junio ya que, según la
tradición, son muy efectivas amorosamente. A las pócimas que llevan estos
ingredientes suelen añadirse muchas veces partes específicas de algunos
animales. También se trata de filtros suministrados directamente a la víctima.
Este tipo de hechizos es de poca carga, a pesar de que los efectos suelen ser
tan efectivos como los de otro tipo de hechizo; lo que ocurre es que son menos
duraderos y no llevan tanta energía como otros.
Tipos de hechizos y sus
características Hechizos
Hechizos indirectos
Este tipo de hechizos son los más
corrientes por su comodidad que es la distancia entre el solicitante y la
víctima, de modo que esta ni sospecha lo que se está tramando. El medio de
comunicación entre ambas partes es el hechicero que con simulacros une las dos
energías y facilita el paso de negatividad; su instrumento de trabajo es el
simulacro que en este caso se trata de una imagen irreal que tiene como función
la de representar una energía que vive y actúa sobre un plano más etéreo que
físico y que abre paso a las energías negativas.
El simulacro más utilizado es la
muñequita de cera que simboliza la víctima como persona. También suelen
utilizarse fotos, ropas, restos de animales y frutos (el limón es el más
utilizado). El animal vivo encadenado más utilizado es el sapo y los elementos
más utilizados son los alambres, los huesos, las ramas secas en forma de cruz,
nidos de pájaros, velas, etc. Hay algunas técnicas específicas para conseguir
un hechizo de este tipo.
Sistema de hincado
En este sistema se utilizan cuerpos
perforadores, como agujas, clavos, pequeñas espadas y maderos aguzados. Los
utensilios más utilizados son las agujas, que con frecuencia se clavan en un
simulacro. Este puede ser de cualquier material, pero el más adecuado es la
cera, en cuanto es el elemento mágico por excelencia, y también porque en ella
pueden clavarse fácilmente las agujas o los pinchos. La cera, al ser plástica,
se modela en forma de muñequito. Generalmente, se utiliza negra o pintada de
color negro, para representar el mal, el odio, la muerte. El simulacro se
construye procurando que se parezca a la víctima, incluso resaltando sus
características masculinas o femeninas. Cuando ello es posible, se introducen
en el interior partes físicas de aquella, como uñas o cabellos.
También se obtienen resultados, aunque
discretos, con partes de animales. El órgano más utilizado es, de un modo
especial, el de gato, el de perro, el de gallina. Otras veces, el pinchazo se
realiza directamente sobre una fotografía o sobre un vestido. La acción de
clavar una aguja en una parte del simulacro tiene el efecto de atacar en el
plano anímico a la persona hechizada, que muchas veces acusará un dolor físico
y, por tanto, real, en la zona del cuerpo correspondiente. De este modo, una
aguja, una espina, un aguijón, clavados en la cabeza crearán atroces dolores de
esta, en el tórax enfermedades pulmonares, en los órganos genitales impotencia
o esterilidad. La técnica del pinchazo se escoge según la preferencia personal;
las agujas u otros objetos aguzados se colocan formando cruces, dobles cruces,
ganchos, etc.
Sistema de putrefacción
Con este método, se aprovecha la
propiedad de deterioramiento de las sustancias orgánicas. Normalmente, se
utilizan partes de animales que se unen a los testimonios de la víctima, de
modo que, a medida que avanza la putrefacción, se refuerza la acción del
maleficio. En el sistema más sencillo, se usa un filete de carne o una piel de
animal, envolviendo con ello los testimonios (cabellos, trozos de uña, una
fotografía o, en el peor de los casos, tan sólo el nombre y los datos
personales). El testimonio también puede estar representado por cualquier
objeto poseído por la víctima, como un pañuelo, una aguja o un pasador para el
cabello. Otras veces, los testimonios se envuelven en restos vegetales, como la
piel de una fruta.
El procedimiento siguiente se llama
«diseminación», y consiste en enterrar en el suelo el simulacro, dentro de un
contenedor hermético y en un punto estratégico, con el fin de que .durante la
putrefacción las energías vayan creciendo a medida que se deteriora la
sustancia orgánica. Un método bastante macabro consiste en colocar el
testimonio de la víctima (fotografía u objeto personal) directamente en el
ataúd de un difunto. De este modo, cuando se entierra el féretro, el hechizo se
refuerza a medida que el cadáver se descompone. Cuando no es posible colocar el
testimonio directamente en el ataúd, se entierra en un cementerio, eligiendo
una tumba en la que yazca una persona fallecida recientemente, y que a ser
posible tenga el mismo nombre de pila que la víctima.
Sistema de nudos
El anudamiento es un sistema popular
muy utilizado, y toda su técnica se basa en la magia de correspondencia. Por
tanto, si atando una cuerda se cree perjudicar a una persona, esta será
verdaderamente perjudicada. Realizar un nudo quiere decir atar mágicamente. El
famoso lazo de las brujas se realizaba con una cuerda especial, hecha con pelos
de animales. Se hacían 9 nudos, y mientras realizaba la operación, la bruja
enviaba pensamientos de odio y recitaba fórmulas mágicas.
De este modo, se mataba a la víctima
sofocándola lentamente, ya que cada nudo iba empeorando su estado de salud.
Este sistema se utilizaba con mucha frecuencia para perjudicar a los
campesinos, haciendo que sus vacas no diesen leche. Los nudos se pueden
realizar con lazos, cintas, corbatas, correas y cabellos. Estos últimos se
utilizan especialmente cuando se pretende actuar en el aspecto sexual, para
provocar la impotencia. Existen cincuenta tipos de nudos, y cada uno de ellos
tiene su particularidad, dando siempre un resultado especial.
Sistema de fuego
Su técnica también se basa en la magia
de correspondencia. El operador tira el testimonio al fuego (con frecuencia,
ropa de la víctima). Otras veces se pone junto al fuego una muñequita de cera
moldeada a propósito, para hacer desaparecer el amor, la unión de una pareja. O
bien se queman hierbas, que normalmente son venenosas o tóxicas, como la
cicuta, el eléboro y el beleño. Las semillas se utilizan todavía más que las
plantas, puesto que representan el principio vital, el conjunto de todas las
energías del vegetal al que pertenecen.
En cambio, en ciertas ocasiones en vez
del fuego directo se usa el calor, poniendo partes de la víctima en estufillas
y recipientes de cerámica. También se utiliza la vela en la técnica del fuego,
por ser cómoda y fácil de encontrar. Esta, para los maleficios, debe ser de
color oscuro y de cera virgen, modelada con las propias manos. La vela contiene
las cuatro fuerzas de la naturaleza: el FUEGO de la mecha arde en el AIRE,
transformando así la cera, que representa el elemento TIERRA, en líquido,
símbolo del AGUA. En los hechizos son muy utilizadas las lamparillas de
cementerio, que son más efectivas si provienen de una tumba. O bien se fabrica
una vela con los restos de las lamparillas sacadas de los cementerios.
Es importante que la cera sea de un
determinado color, según la finalidad a la que esté destinada:
Vela blanca para las bendiciones;
Vela amarilla para el amor sin
egoísmos;
Vela anaranjada o de color rojo vivo para
la atracción sexual y para purificar;
Vela verde para el dinero y la
fortuna;
Vela azul para la protección y la
inspiración;
Vela de color rojo oscuro, marrón o
negro para los maleficios.
Como se puede notar, el fuego se
utiliza también en operaciones benéficas, para anular los hechizos, para
diagnosticarlos y como protección. La propia vela asume el símbolo de la vida,
y efectivamente, como es bien sabido, en los aniversarios cada velita marca una
etapa hacia la felicidad. Las velas sobre las tumbas representan la fuerza
ascendente hacia el cielo, ayudando al traspasado en su camino.
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