El término chamanismo se utiliza para hacer
referencia a un conjunto de credos y costumbres que son tradición, ésta afirma
la competencia de dictaminar y de curar los padecimientos de los seres humanos
y en algunas regiones también tiene la disposición de provocarlo. A los
encargados de aplicar dichas costumbres y creencias se les denomina chamanes
quienes aseguran tener contacto con el mundo de los espíritus y llegando a
tener una conexión especial con los mismos, lo que les permite tener diferentes
capacidades como poder tener el control del tiempo, poder descifrar el
significado de los sueños, tener acceso a los mundos superior e inferior, entre
otras.
Las funciones que debe cumplir un chamán
pueden variar dependiendo de la localidad en donde lleven a cabo sus ritos, sin
embargo los principales actos de un chamán son la curación; preservar las
costumbres a través de la utilización de acciones e historias como herramienta;
capacidad para ver eventos futuros y también pasados; actuar como guía de
aquellas almas que aún no han encontrado el camino hacia el otro mundo, existen
culturas en donde los chamanes deben cumplir varias de esas funciones en un
solo individuo. Son considerados por las personas como puentes de comunicación
entre el mundo de los espíritus y el mundo de los vivos. Existen culturas en
donde pueden existir chamanes que puedan cumplir con funciones diversas a las
ya descritas, ya que por ejemplo pueden existir chamanes especializados en
ciertos espíritus o también según el reino del mundo de dichos espíritus con el
que el chamán interactúa de manera más frecuente.
En lo que respecta a la salud, los chamanes
tienen el rol de curanderos, ya que ellos se dan a la tarea de estudiar y
obtener conocimientos y poderes luego de atravesar el axis mundi (conexión
entre la tierra y el cielo) obteniendo también conocimiento de los cielos.
También en las culturas de occidente, dicha práctica se encuentra representada
por el uso del símbolo de caduceo como el símbolo de la medicina. Es frecuente
que el chamán poseas o deba adquirir, uno o varios entes que le sirvan de ayuda
en el mundo de los espíritus; dichos entes generalmente son representados por
formas de animales, de plantas medicinales, o incluso por aquellos chamanes ya
fallecidos.
El Chamanismo nos ofrece una cantidad de
técnicas para contactarnos con nuestra realidad más profunda y redescubrir
nuestra conexión con la naturaleza y el cosmos.
¿Qué es un chamán?
Las prácticas chamánicas son más que una
aportación prehistórica o preliteraria a la curación de las enfermedades.
Proporcionan una visión del mundo que hoy podemos calificar de “no ordinaria”.
Desde una perspectiva filosófica, permite una mejor comprensión formal del
llamado pensamiento analógico. Esta forma del pensar es tan nuclear al
chamanismo como el pensamiento lógico lo es al mundo científico.
El ser humano puede, probablemente,
entenderse a sí mismo desde una perspectiva más amplia al conocer sus primeras
respuestas frente al dolor, la enfermedad y la muerte. Este conocimiento puede
contribuir al bienestar y la salud, en la medida en que proporciona un mejor
entendimiento práctico y natural de la conexión de la persona con la totalidad
de sí mismo, incluyendo su entorno, su ecosistema de referencia. El chamán es
un superviviente, ha pasado de una manera o de otra por el dolor, la enfermedad
y la muerte.
Una de las cuestiones que hacen del
fenómeno chamánico un hecho admirable es su presencia generalizada entre todos
los grupos que formaron nuestros antepasados. Sus prácticas, aunque se
desarrollen en el momento actual, funcionan con elementos, referencias básicas,
símbolos arcaicos y emociones, ya presentes desde el origen de la humanidad. Al
estudiar la distribución geográfica de las practicas chamánicas es de resaltar
la presencia de actividades análogas en los cinco continentes.
El mapa del mundo en que opera o trabaja el
Chamán puede ser entendido desde lo que psicológicamente se llaman “estados
modificados de conciencia”. Tales estados, a los que se accede generalmente a
través de un período de transición, a veces son identificados como trance o
viaje. Evidentemente un estado modificado de conciencia es un período de
transición entre dos estados habituales de conciencia. Pero además los estados
modificados se desarrollan ordinariamente en tres períodos:
1) Transición al estado.
2) Estado modificado propiamente dicho.
3) Transición al estado habitual
En ellos entran no solo el sanador sino
también la persona atendida y frecuentemente los demás participantes.
Origen de la palabra chamán
El término chamán tiene un halo de
misterioso y puede evocar realidades diversas e incluso contradictorias. Ello
no es extraño porque nos refiere a algo de origen ancestral y la propia
creación de la cultura nos ha distanciado de sus métodos, muchas veces arcaicos
y extremos.
La palabra usada internacionalmente
“chamán” es de origen manchú-tungu y llegó al vocabulario etnológico a través
del ruso. La palabra tungu original de saman (xaman) se deriva del verbo scha-,
“saber”, por lo que chamán significa por tanto alguien que sabe, sabedor, que
es un sabio. Algunas investigaciones etimológicas explican que la palabra
proviene del sánscrito por mediación chino-budista al manchú-tungu. (En Pali es
schamana, en sánscrito sramana es algo así como “monje budista, asceta”. El
termino chino intermedio es scha-men). Los pueblos siberianos y de Asia Central
tuvieron también denominaciones locales para el chamán. En el turco altaico era
kam, en el yacuto ojon (y chamana se decía udujan), en los buriatos böo, en
Asia Central bakshi, para los samoyedos tadibe, lapones moita, finlandeses
tietöjö y húngaros táltos. (La actividad chamánica de estos pueblos se aborda
en la parte tercera de este libro: Chamanismo siberiano y euroasiático)
(Hoppal).
Ese conocimiento o sabiduría, en las
lenguas Tungus, implica de una manera o de otra la maestría con los
“espíritus”, que a voluntad puede introducir en sí mismo, usando ese poder en
su propio interés, particularmente para ayudar a otros que sufren a causa de
espíritus.
En relación con el mundo actual se
considera lo chamánico como algo que pertenece a zonas geográficas y a grupos
alejados, marginales o fronterizos. Como algo conceptualmente difuso.
Para numerosos investigadores el chamán
actúa en un area de la realidad que en muchas ocasiones es compartida por los
místicos y los médicos (Sigerist(1987), Harner(1988), Kakar(1982), Kripner y
Welch (1992), de Oleza(1996)).
Incluye en su actividad lo que seria propio
de un psiquiatra o psicoterapeuta prehistórico.Especialmente si se considera
que “la psicoterapia es un camino para la expansión de la conciencia.Es una
actividad en el desarrollo de nuestra vida con la cual nos ayudamos a nosotros
mismos y a los otros, para despertar del estupor de la inconsciencia y la
ignorancia conociendo quien nosotros somos realmente”( Shainberg 1993) Existen
numerosas definiciones: – “Entre los siberianos y otros grupos de todo el mundo
con creencias análogas, es la persona a quien se atribuyen poderes para curar a
los enfermos y comunicarse con el mundo del más allá” (The New Encyclopedia
Británica; 1989) – “Curandero indígena que altera deliberadamente su conciencia
a fin de obtener conocimiento y poder proveniente del mundo de los espíritus
para ayudar y curar a los miembros de su tribu” (Krippner; 1988)
– Entre los Ojibway en Canadá ” es la
persona,hombre o mujer que experimenta,absorbe y comunica una especial forma de
apoyo, de poder sanador” (Grim; 1983)
– “El que conoce las técnicas arcaicas del
éxtasis” (Eliade)
– “Una persona a la que se le atribuyen
poderes especiales para comunicarse con los espíritus e influir sobre ellos
disociando su alma de su cuerpo. Los espíritus le ayudan a realizar sus tareas
que incluyen descubrir la causa de las enfermedades, del hambre y de cualquier
desgracia, y de prescribir una cura apropiada. Se les encuentra entre los
siberianos y otros pueblos asiáticos; su actividad se desarrolla también entre
otras muchas religiones y con otros nombres (The Cambridge Encyclopedia, 1990).
– “Una persona dispuesta a confrontar los
más grandes miedos y sombras de la vida física”. Y en funcion de los resultados
: “Un curador que ha experimentado el mundo de las tinieblas y que ha
confrontado sin miedo su propia sombra tanto como lo diabólico de los otros y
que puede con exito trabajar con las fuerzas de la oscuridad y de la luz”
(Sams; 1990)
– “Un guía, un sanador, una fuente de
conexión social, un mantenedor de los mitos del grupo y de su concepción del
mundo” (Walsh; 1990). Sirve también para referirse a alguien que está
“hiperactivo, excitado o en movimiento”, o que es “capaz de calentarse a sí
mismo y practicar austeridades” (Walsh; 1990)
– “Técnico arquetípico de lo sagrado. Su
profesión se desarrolla en el espacio que une la imaginación mítica y la
conciencia ordinaria” (Larsen).
– “Persona de cualquier sexo que tiene un
especial contacto con los espíritus (entendidos como fuerzas no fácilmente
evidenciables) y capaz de usar su habilidad para actuar sobre aquellos que
están afectados por esos mismos espíritus” (Harner).
– “Gran mago y sacerdote de ciertos pueblos
primitivos, en especial del Norte de Asia. Entre los más famosos se cuentan los
chamanes de Siberia” (Diccionario de las C.O.); El Manual Moderno (1985).
– Chamanismo: “El arte eterno de vivir en
armonía con la creación” (Matthews en “The celtic shaman”. 1991). Hay tres
elementos clave para definir como chamanes a quienes:
– Pueden voluntariamente entrar en estados
alterados de conciencia. – En esos estados se experimentan a sí mismos
“viajando”.
– Y utilizan esos viajes como un método
para adquirir conocimiento o poder y para ayudar a la gente de su comunidad”.
(Walsh, 1990).
Para buscar grupos que actualmente
presenten individuos que practican el chamanismo resulta preciso irse a los
márgenes de lo que llamamos mundo civilizado. Por el hecho de encontrarse
vinculado a grupos que muestran una estrecha relación con la naturaleza, hasta
el punto en que cualquier amenaza sobre esta empobrece nuestra posible
comprensión de sus manifestaciones concretas.
Las zonas del planeta por las que han
pasado sucesivamente mayor número de civilizaciones y poseen una estructura
social centralizada desde grandes núcleos urbanos son las que preservan en
menor medida vestigios de actividades chamánicas. Estas, todavía pueden
mantenerse entre los “inuit” (nombre que se dan a sí mismos los esquimales del
extremo norte) o entre los “fueguinos” (primeros habitantes del extremo sur de
América), entre los habitantes de las selvas africanas, asiáticas y americanas
o lugares poco accesibles, como desiertos y montañas.
Gracias por compartir Lulú.


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