jueves, 4 de julio de 2019

El Ritual Planetario




     Para invocar a los ángeles planetarios para pedir su energía y conseguir algo que se desea, se determina primero cual de los ángeles planetarios rige el deseo de la persona. El ritual se lleva a cabo en el día regido por el ángel, en una de las horas regida por su planeta según la tabla que les di anteriormente. Estas horas son la una de la mañana, las ocho de la mañana, las tres de la tarde y las diez la noche del día escogido. La persona lleva cabo la purificación indicada anteriormente por 24 horas. Visualiza un circulo de luz alrededor, que se extiende de Este a Este de la habitación, rocía un poco de agua de sal alrededor del circulo para purificarlo de influencias negativas y pasa un poco del incienso del ángel, moviéndose siempre de derecha a izquierda según las manillas del reloj, para establecer el flujo de las energías psíquicas que se mueven de forma solar.

     En el punto Este debe colocarse una vela amarilla, en el Sur una vela roja, en el Oeste una vela azul, y en el Norte una vela verde. Como símbolos de los cuatro elementos, que son aire, fuego, agua y tierra. Esto es importante porque todo lo que existe esta basado en estos cuatro elementos y ayuda en la manifestación de lo que se desea.

     La persona que lleva a cabo el ritual debe estar vestida de blanco o del color del ángel pararse sobre un paño del color del ángel sobre ese paño debe colocar algunos de los atributos del ángel, como algunas de sus plantas, su metal y piedras que le corresponden. Esto ayuda a establecer un eslabón con el consciente que reconoce el significado de los atributos como perteneciéndoles a ese ángel, haciendo mas fácil la comunicación con este.

     También sobre el paño debe colorarse una pequeña copa de vino dulce y un anicito dulce o bizcochito. Cuando esta todo listo, la persona se para frente al Este y dice lo siguiente:

     En el nombre del Gran Arquitecto del Universo, por quienes ambos hemos sido creados, te invoco en paz y amor, Gran Arcángel.

    Aquí se pronuncia el nombre del ángel que rige lo que se desea, para que esto que deseo (mencionarlo que se desea) y que tu riges, sea realizado en el mundo material, de forma positiva y natural, para mi mayor provecho y sin peligro alguno para mí o para nadie.

    Esto se repite luego en el punto Sur y el Este y se dice:

    Que este pan que te ofrezco ayude a manifestar lo que te pido con prosperidad y alegría en el mundo material.

     Cuando se regresa de nuevo al Este, se repiten las palabras de nuevo y se come el pan con reverencia y gratitud, visualizando mientras se come que lo que se ha pedido ya esta realizado. Luego se levanta la copa de vino y se le reza de la misma manera en los cuatro puntos cardinales y se dice:

    Que este vino que te ofrezco ayude a manifestar lo que te pido con prosperidad y alegría en el mundo material.

     Cuando se regresa al Este, se repiten las palabras y se toma el vino con igual reverencia y gratitud, de nuevo visualizando lo que se desea como si ya lo hubieran recibido.

     Luego se recogen todos los atributos, se envuelven en el paño y se meten debajo del colchón de la cama o en un sitio que sea visible a diario a la persona, pero que nadie mas pueda tocar.

     Antes de salir del círculo, se dan las gracias a Dios y al ángel en los cuatro puntos cardinales y se visualiza como este desaparece dejando en su lugar una gran paz en el ambiente. Las velas se apagan y se tiran.

     Este ritual es de gran eficacia y si se hace con fe y determinación, lo que se pide se alcanza al poco tiempo y de una forma tan natural, que les va a hacer pensar que no fue el ritual lo que lo logró sino un proceso enteramente natural. Esto se debe a que todo lo que se visualice y se consigue a través del inconsciente es un acto muy natural que establece relaciones armoniosas con las leyes cósmicas, a través de las cuales lo que se pide es realizado.

     La música durante el ritual ayuda a la concentración y a llevar a la persona a un estado más elevado y místico. Por esto se sugiere escuchar música etérea, que sea vivificante y a la vez excelsa, durante esta invocación. La música de la Nueva Era es ideal para este tipo de ritual, de las cuales hay muchas y muy bellas en el mercado. Es importante que recuerden que durante toda invocación o ritual a los ángeles, la Luna debe estar creciente; es decir, entre Luna Nueva y Luna Llena.

     Esto se debe a que durante la Luna Creciente hay más energías positivas a nuestro alrededor, las cuales son beneficiosas para el resultado eventual del ritual, mientras que la Luna Menguante, al perder luz, crea energías negativas a nuestro alrededor que son conductivas a retrasos y a resultados negativos en todo ritual.


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