Entre los creyentes del mundo de lo oculto, una de las preocupaciones más frecuentes es el daño que puede ocasionar la presencia de entidades negativas, en la vida de las personas.
Dependiendo de su naturaleza (desencarnados, vampiros
energéticos, parásitos espirituales, entes demoníacos), estos seres son capaces
de generar verdaderos desastres, si no son detectados y detenidos.
Uno de los elementos con mayor valor para la lucha contra
las entidades negativas, en las distintas corrientes espirituales, es la sal
marina, la cual reúne cualidades protectoras y purificadoras.
Utilizar sal para repeler entidades negativas, que intentan
ingresar al hogar, es uno de los más antiguos conocimientos mágicos, y existen
infinidad de rituales diseñados para ello.
De la misma forma, la conexión de los espejos con el mundo
esotérico es legendaria. Pueden ser empleados como portales a otros reinos
(estados de consciencia, mundo espiritual) y barreras contra la negatividad
dirigida.
A continuación, detallaré un sencillo y práctico ritual de
la sal y el espejo que combina los poderes ocultos de estos elementos, para
contrarrestar la presencia de entidades negativas en el hogar.
RITUAL DE LA SAL Y EL ESPEJO CONTRA LAS ENTIDADES NEGATIVAS
un espejo redondo mediano;
sal marina en grano (también llamada sal gruesa o gorda);
tres velas blancas;
tres platillos pequeños de cerámica color blanco
y fósforos.
El procedimiento debe realizarse durante la fase de Luna de
Menguante (puede ser de día o de noche, pero preferiblemente después del
atardecer). Ubica un lugar de tu hogar, donde los elementos rituales puedan
permanecer.
Asegúrate que se trate de un sitio que no estorbe la vida de la casa, y lejos de sustancias y elementos inflamables o susceptibles al fuego. El lugar ideal puede ser una mesa a la que des poco uso.
Coloca el espejo en el centro de la mesa. Traza un círculo completo alrededor del espejo, utilizando la sal marina. Sitúa las velas sobre los platillos de cerámica, y distribúyelas en forma de triángulo, dejando el espejo con la sal en el centro.
Lanza una pizca de sal sobre cada vela. Utilizando los fósforos, enciéndelas iniciando con el vértice superior. Arroja tres pizcas de sal en grano sobre la superficie del espejo.
Realiza una plegaria personal a la Santísima Trinidad, solicitándole que te proteja (a ti, tu hogar y tu familia) de entidades negativas que pretendan ingresar al recinto o causarles daño.
Una vez que las velas se consuman por completo, colócate guantes de plástico desechables y arroja la sal y los residuos de cera de las velas en una bolsa negra. Deposita la bolsa y los guantes en un contenedor de desperdicios lejos de tu casa.
Puedes conservar el espejo, envuelto en un trozo de tela
blanco, para utilizarlo en rituales posteriores. No dejes que otros se miren en
él. También puedes guardar los platillos, para otros ritos, después de lavarlos
y secarlos.
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