IX
El Regreso al Paraíso
Parte II
En S. Juan C. III, V. 14, podemos leer: Y como Moisés levantó la
serpiente en el desierto, así es necesario que el hijo del
hombre sea levantado.
Don Víctor Manuel Chávez Caballero, en su libro
“Cultura Gnóstica Tolteca” nos habla sobre la serpiente y dice así: La serpiente es el símbolo esotérico
de la sabiduría y del conocimiento oculto.
Ella ha sido relacionada, desde los antiguos
tiempos, con el Dios de la Sabiduría.
Es el símbolo sagrado de Thot o Taut y de todos los
Dioses santos, tales como Hermes, Serapis, Jesús, Ketzalkoatl, Buda, Tlalok,
Zoroastro, Samael Aun Weor, etc.
Cualquier adepto del círculo consciente de la
Humanidad Solar puede ser debidamente figurado como la Gran Serpiente.
Esculapio, Plutón, Esmun y Knepp son deidades con
los atributos de la serpiente; Son sanadores, dadores de la salud espiritual y
física así como de la iluminación.
Cuando la
serpiente sexual despierta para iniciar su marcha hacia adentro y hacia arriba,
pasamos (dice el V. M. Samael) por seis experiencias místicas
trascendentales que podemos y debemos definir claramente con seis términos
sánscritos así:
ANANDA: Cierta dicha espiritual
KAMPAN: Hipersensibilidad de tipo eléctrico y
psíquico.
UTTHAM: Progresivo aumento
autoconscientivo, desdoblamientos astrales, experiencias místicas
trascendentales en los mundos superiores, etc. GHURNI: Intensos anhelos
divinales.
MURCHA:
Estado de lasitud, relajamientos de músculos y nervios en forma muy natural y
espontánea durante la meditación.
NIDRA:
Algún modo específico de sueño que, combinado con la meditación interior
profunda, viene a convertirse en Shamadí resplandeciente.
Es ella la que da también el MUKTI de la beatitud
final y el JNANA de la liberación.
El ascenso milagroso de la energía seminal hasta el
cerebro, se hace posible gracias a cierto par de cordones (ida y pingala)
nerviosos que en forma de ocho se desenvuelven a derecha e izquierda de la
espina dorsal.
En la filosofía China este par de cordones son
conocidos con los clásicos nombres de Yin y del Yang, siendo el Tao el sendero
del medio, el canal medular, la vía secreta, por donde asciende la culebra.
Es obvio que el primero de estos
canales es de naturaleza Lunar, es ostensible que el segundo es de tipo Solar.
La serpiente, como deidad femenina en nosotros, es
la esposa del Espíritu Santo, nuestra Virgen-Madre, llorando al pie de la cruz
sexual, con el corazón atravesado por siete puñales.
La serpiente, ascendiendo victoriosa por la médula
espinal del Adepto, es nuestro propio Ser (pero derivado) que el águila, el
Tercer Logos, debe devorar.
La
serpiente, nuestra Divina Madre Kundalini particular, es la mujer serpiente,
llamada en México Ziwakoatl, que quiere decir Dios-Madre.
La
saturnina serpiente no come nada inmundo; ella la Divina Esposa de
Cronos,
sólo puede devorar principios anímicos y espirituales. “Cuerpos
Gloriosos”
fuerzas, facultades etc.
Sin
excepción específica particular, ningún iniciado (ni aún aquellos que
alcanzaron el grado de Adeptus Exemptus) podría gozar los poderes de la
serpiente si previamente no es devorado por la misma.
Jesús ha dicho: Los Fariseos y los Escribas han recibido las llaves
de la Gnosis, y las han ocultado. No han entrado y a aquellos que querían
entrar, no los han dejado. Pero vosotros, sed sutiles como las serpientes y
cándidos como las palomas.
La Luz es la vida de los hombres. El ojo es la luz
del cuerpo. El renacimiento espiritual del hombre es a partir de agua y fuego,
a los que debe añadirse la “tierra -pensamiento” (espíritu), como seno materno
o campo cultivado. Compárese a tal fin las palabras de Juan.
Os
bautizo con agua; tras de mí vendrá uno que os bautizará con el Espíritu Santo
y fuego”, o “Amenos que el hombre naciere del agua y del Espíritu, no puede
entrar en el Reino de Dios.”
¡Cuán plástico se hace en nuestro texto el
pensamiento del Agua, como sustancia simiente, y cuan clara la diferencia entre
la actividad que fluye hacia fuera, que se agota en el engendrar (lo que nace
de la carne es carne) y el movimiento Retrógrado (Centrípeto).
También el baño desempeña una parte de este
renacimiento, como en el cristiano el bautismo de Juan.
Pero inclusive en las bodas
místicas, que tienen un papel tan grande en las
parábolas
cristianas, aparecen las aguas varias veces. También se menciona
al
niño ( Puer aeternus, el Christus que debe nacer en nosotros y que, por
otra
parte, es el prometido del alma) en nuestro propio interior, así como a
la
novia. Y lo que tal vez sea más sorprendente: aun un rasgo en apariencia
tan
secundario como que se debe tener aceite en las lámparas para que
ardan lúcidamente, adquiere a través de nuestro texto una significación
psicológica
nueva y poderosa.
Mencionemos así mismo que la expresión “Flor de
Oro” contiene también, si se escribe los signos uno bajo el otro de manera que
se toquen (La parte inferior del superior y la parte superior del inferior), el
signo “Luz”.
Evidentemente ese signo secreto fue inventado
durante un período de persecución, la que pudo también haber motivado que la
divulgación ulterior de la enseñanza sólo se cumpliera bajo el velo del secreto
más profundo, para evitar en lo posible todo peligro.
Y ésa fue sin duda la razón de que las enseñanzas
quedaran siempre limitadas a círculos secreto, a pesar de que todavía hoy sus
adherentes son más de lo que podría creerse desde fuera.
Veamos que más nos aporta el libro de C.G. Jung y
R. Wilhelm titulado “El secreto de la flor de oro” sobre el movimiento
retrógrado:
Si, en
cambio, se logra durante la vida introducir el movimiento retrógrado,
ascendente de las fuerzas vitales, si las fuerzas del anima son dominadas desde
el animus, ocurre una liberación respecto de las cosas externas. Son
discernidas, pero no codiciadas. Así es rota en su fuerza la ilusión.
Tiene
lugar una circulación ascendente interna de las fuerzas, él yo (Tradúzcase al
Yo en este sentido como la Esencia o Conciencia) se arranca de los enredos del
mundo, y permanece viviente después de la muerte, porque la internalización ha
impedido el derrame de las fuerzas vitales hacia fuera, y éstas han creado en su lugar un centro de
vida, en la rotación interna de la monada (El Ser) que es independiente de la
existencia corporal.
En la
escritura más antigua se representa mediante una doble sinuosidad de meandro,
que también significaba en otros casos; trueno, relámpago, excitación
eléctrica. Un ser tal posee duración, en tanto perdura la rotación interna.
También puede influir, desde lo invisible, sobre los hombres y entusiasmarlos a
grandes pensamientos y nobles maneras de actuar. Esos son los santos y sabios
de antiguos tiempos, quienes desde hace miles de años animan y educan a la
humanidad.
Por esto entendemos que la “Flor de Oro” alquímica
reposa sobre el método retrógrado. Aquí, el corazón del hombre está bajo el
signo del fuego y La llama empuja hacia arriba. Sin embargo, cuando ambos ojos
contemplan las cosas del mundo, es con visión dirigida hacia fuera. Mas si
ahora se cierran los ojos y la mirada se revierte contemplándose el espacio de
los antepasados, el método es retrógrado.
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