martes, 4 de mayo de 2021

Taller de Metafísica Parte LIX


 

LA LEY DE SANACIÓN

Parte II

Como dice la Madre María, “Pocos quieren saber la Ley pero todos se quieren beneficiar de Ella”. Ella narra cómo su hijo andaba humildemente y le explicó la Ley a cientos y cientos, una Ley que Él mismo comprobó, haciendo ver a los ciegos, oír a los sordos, sanando a los leprosos, haciendo caminar a los tullidos y Él mismo surgió de la susodicha muerte, Él vino a enseñar el camino, cómo nosotros debíamos hacer las cosas pero “pocos deseaban conocer la Ley”. A nadie se le ocurrió ir donde el Maestro y preguntarle cómo él podía sanarse y los que eran sanados una vez que eran sanados salían corriendo a celebrar la sanación y de nuevo a hacer de las suyas, a comer en exceso, a beber en exceso, a fumar en exceso… Eso ocurrió entonces y ocurre ahora. La gente se enferma, se van al McDonals y se comen un montón de patatas fritas, una super-hamburguesa y una coca-cola gigante, van a una fiesta y toman y toman y se enferman pero una vez que se mejoran vuelven a lo mismo y después no entienden por qué tienen el colesterol alto, por qué sufren de gastritis, por qué tienen piedras en la vesícula…

 

La expiación indirecta es uno de los mayores daños que se le han hecho a la humanidad especialmente en occidente durante la pasada era de Piscis. “Yo soy salvo porque Jesús murió por nosotros”. Esa no era la idea de Jesús ni la de sus compañeros de misión. Él vino a enseñarnos cómo hacer los milagros de sanación que Él hacía y su Madre María vino a enseñarnos cómo mantener el Concepto Inmaculado de nuestros seres queridos y nuestros semejantes. ¿Cómo lo hacemos? Bendiciendo los Santos Seres Crísticos de nuestros semejantes y pidiendo que nuestros compañeros de viaje se iluminen porque son ellos los que tienen que sanarse a sí mismos. Si las personas no se sanan a sí mismas la sanación no va a ser permanente y esto tiene que quedar bien grabado en nuestros pensamientos, en nuestros sentimientos.

 

Afortunadamente, dice la Madre María, que hay mucha gente que está abandonando la teoría de la expiación indirecta por ser totalmente ilógica en su significado. La gente está comenzando a percibir el hecho de que su misión está en la interpretación de la Ley Cósmica y dicha Ley es una de Amor y Armonía que si la observamos, la obedecemos, lograremos que se manifieste el Reino del Cielo en la Tierra. Cuando hablamos de Amor nos referimos al Amor Divino, incondicional, de la cintura para arriba y cuando hablamos de Armonía no nos referimos a una armonía espasmódica, arrítmica, en la que un día estamos depresivos y otro día estamos bien. Estamos hablando de una armonía ininterrumpida en nuestros sentimientos. Jesús también explicó la clave de lo que es la Sanación. Él decía que los hombres y mujeres somos seres esencialmente espirituales, no somos sólo estos bellos cuerpos, somos mucho más que eso, somos espíritu y cuando empecemos a comprender esto nos empezaremos a comportar como tales. Nosotros somos una parte integral de Dios que nos ofrecimos a descender voluntariamente hace incontables eras para entrar al mundo de la forma y convertirnos en co-creadores con nuestro Padre-Dios.Todos podemos regresar a nuestro origen Divino, podemos rehusar toda manifestación de la imperfección y así dejaremos de crear condiciones dolorosas, aflictivas e inarmoniosas para nosotros y para otros. Si nosotros nos enfermamos estamos creando sufrimiento para otros. Si creamos situaciones aflictivas vamos a afectar a nuestros semejantes. Es muy común entre nosotros cuando ocurre un accidente o alguien se enferma con una apariencia muy seria decir: “resígnate, es la voluntad de Dios”. Pero esa no es la Voluntad de Dios, las enfermedades no son la Voluntad de Dios, las enfermedades son creaciones humanas, creaciones nuestras: el miedo, la depresión, la duda, la incertidumbre… todas las emociones fuertes como la ira que experimentamos continuamente en nuestro diario vivir eso corroe paulatinamente nuestro sistema nervioso y eso es lo que nos causa las enfermedades. Hay dos enfermedades que son miedo puro: el cáncer y el sida. Sólo tenemos que pronunciar su nombre y la gente queda aterrada. Nos dice Emmanuel: “la enfermedad es una enseñanza, un mensaje del alma y cuando la lección se aprende, la enfermedad se convierte en algo que nunca ocurre”.

 

La atención es importantísima en la Sanación ya que donde pones tu atención en eso te conviertes, y eso lo conocemos en la teoría pero seguimos creando ese puente con la imperfección, lo que dicen las noticias, las enfermedades, la crítica, el chisme, la queja…y eso lo podemos comprobar cuando estamos esperando en la fila del supermercado, en el médico… que la gente se pasa todo el rato quejándose y así aún esperan tener buena salud.

 

Analicemos las típicas frases que todos decimos: “no tengo ni un duro”, “a mí nadie me quiere” y si no escuchemos a la juventud hablar, continuamente hablan palabras sucias, los programas de televisión soeces donde la gente habla vulgaridades, la música si es que así se puede llamar, estamos constantemente contaminando el aire que respiramos, por eso, nos enfermamos. Si le preguntamos a alguien ¿cómo estás?, la persona siente que tiene que contarnos todos sus males: tengo dolor de cabeza, de estómago, artritis… empiezan a redactar todo un catálogo de enfermedades. Entonces, ¿qué van a tener? Pues enfermedad, ¿Por qué no dicen simplemente “¡estoy bien!, “estoy mejor” para decretárnoslo y percibir ese bienestar en nosotros. No podemos poner nuestra atención en la imperfección, la debemos poner, en cambio , en la Presencia, en los Ángeles, en los seres de Luz… Ya sabemos que existen Ángeles de la Belleza, del Amor, de la Sanación, de la Música… Si ponemos nuestra atención en esos Seres de Luz pues las cualidades Divinas, sus sentimientos, vendrán por el Puente de la atención y se van a alojar en nuestras vidas, en nuestras casas, en nuestro mundo.

 

Nos dice María que sobre la pantalla de la vida hay cada vez más individuos aplicando la Ley por cuenta propia y esto es realmente magnífico, mas sin embargo para aquellos que todavía insisten en querer sanar la Madre María les dice:”Aquellos de ustedes que están involucrados con las Actividades de Sanación les digo que mientas sean no-ascendidos recordemos auto-envolvernos en la Presencia luminosa de algún miembro del ámbito de los Maestros Ascendidos antes de ni siquiera comenzar a tratar con los problemas y aflicciones que vendrán a nuestra atención. De esta manera nos auto-protegemos y no vamos a atraer a nosotros esas zozobras, ya sea depresión, estrés, enfermedad física o mental con la que vamos a tener que tratar sino que más bien debemos encerrarnos y sellarnos y aislarnos en la Presencia ya sea de María, del Amado Jesús, del Arcángel Rafael que es el médico del Cielo, o cualquier otro Ser de Luz. Y luego, así sellados, podemos invocar las Llamas y Rayos del Reino de la Divinidad con que se han familiarizado, y luego podemos dirigir esas corrientes sanadoras a todos los individuos que necesiten de nuestra asistencia.

 

 

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