III La Voluntad y la Paciencia
Parte IV
“En paciencia poseeréis vuestra Alma”, nos dice el Maestro de Maestros. Así mismo el matrimonio formado por A.y D. Meurois-Givandan, en su vivencia en el Tibet, y para ser más concretos en el Shambhala, narran una forma de comportamiento, que todo aspirante a la Luz debería tenerla muy presente a la hora de vivir, compartir, y en definitiva a la hora de relacionarse con los demás:
“El equilibrio sagrado nace del encuentro entre la sabiduría y el amor. Recoged como se debe esta verdad suprema.” Tomando el amor como resultado de una actitud casta y el conocimiento o sabiduría que se deriva de una vida interior profunda, fundamentada en experiencias reales y objetivas, que no son otra cosa más que el reflejo de una manera de vivir, dentro de unos principios esotéricos.
En la edad media a la serpiente llamada por los griegos Ouroboros se le asimilaba con el dragón y se le imponía una actitud y un valor esotéricos, semejantes a los de la serpiente helénica. Dada la importancia de este emblema, es, con el sello de Salomón, el signo distintivo de la Gran Obra, aunque su significado sigue siendo susceptible de interpretaciones varias. No obstante, por regla general, la cabeza del dragón o del Ouroboros, señala la parte fija, y su cola, la parte volátil del compuesto.
Rescatamos un fragmento de los VII Sermones ad Mortuos de Basílides de Alejandría:
Abraxas es el dios que es difícil conocer. Su poder es el supremo, pues el hombre no lo percibe en absoluto. El Hombre ve el summun bonum (bien supremo) del Sol, y también el infinun malum (mal infinito) del Diablo, pero no ve a Abraxas, puesto que es la vida indefinible misma, que es la madre de lo bueno y lo malo. Lo que es dicho por el Dios-Sol es vida. Lo que es dicho por el Diablo es muerte. Sin embargo, Abraxas pronuncia la palabra venerable y la maldita, que es, al mismo tiempo, la vida y la muerte. Abraxas genera la verdad y la falsedad, el bien y el mal, la luz y la sombra con la misma palabra y la misma acción. Por lo tanto, Abraxas es verdaderamente el terrible. Es la plenitud, que se une a la vacuidad.
Es la sagrada unión; es el amor y
la muerte de él; es el santo y su traidor.
Es la luz más brillante del día y
la más oscura noche de locura.
Así el terrible Abraxas. Ante él,
no existen preguntas ni respuestas.
Es la vida de la creación.
Es la actividad de la
diferenciación.
Es el amor del hombre.
Es la palabra del hombre.
Es tanto el resplandor como la sombra oscura del
hombre.
Abraxas,
para los gnósticos es El Fuego Cristico.
Parte I
El arte en general es un procedimiento para hacer algo. “Arte de Amor”, así se calificaba también a la alquimia y fue Artegio quien escribió el libro secreto acerca del arte oculto y de la Piedra filosofal.
Petrus Toletanus, hermano de Arnoldo de Villanova, célebre médico y filósofo, escribió en el siglo XIII, el tratado de Rosarium Philosophorum, en el que expresa:
Haz del hombre y de la mujer un círculo redondo, extrae de él un cuadrado, y un triángulo de éste. Haz redondo el círculo, y recibirás la piedra filosofal.
Este arte no requiere más que la piedra, se puede y se debe decir, que se encuentra en la naturaleza de ambos, por lo que no es de extrañar que de la misma manera se llamara “Arte agrícola”, pues al fin y a la postre se trata de trabajar en la naturaleza viva y labrar nuestra propia tierra.
“Arte de Amor”; lamentablemente a la palabra “Amor”
se la ha tratado con demasiada ambigüedad, ya que, en estos tiempos
materialistas y consumistas, todo lo consideramos amor y todo lo hacemos con
amor. Sin embargo, que distinto significado adquiere para un Maestro del Arte
esta palabra tan usada y en muchos casos despreciada e infravalorada.
Así nos
habla sobre el Amor el M. Samael Aun Weor:
El amor comienza con un destello de simpatía,
Sé substancializa con la fuerza del cariño y
Se sintetiza en adoración...
Un matrimonio perfecto es la
unión de dos seres,
Uno que ama más, y otro que ama
mejor;
El amor es la mejor religión asequible.
Y añade
H. Trismegisto, el tres veces grande:
Te doy amor en el cual está contenido todo el Sumun
de la Sabiduría.
En nuestro sistema solar está la estrella de Ors, ésta estrella con la que estamos todos completamente familiarizados, nos proporciona luz y calor, sin ella nada en la naturaleza podría existir. De la misma manera, nos es completamente natural la luna, satélite de la tierra, la cual tiene sus influencias sobre las plantas, mares, etc.,
Esta estrella y su satélite, sol y luna, son dos astros completamente distintos, ya que uno se ve durante el día y el otro, principalmente, en la noche.
Curiosamente, en la mayoría de los dibujos alquímicos encontramos estos dos astros, (en su silencio) haciendo alusión a los opuestos, en definitiva a la misma enseñanza hermética de todos los tiempos, (imposible sería operar en el arcano sin el sol y la luna)
Pero ¿cómo puede ser posible si a todas luces son opuestos?.
El arte del alquimista, es el de lograr, que los opuestos se reconcilien, fusionándose, para así cristalizar a un cosmos que gravita en orden y en armonía.
Estos astros vienen a simbolizar también, al hombre y a la mujer. Opuestos completamente, como el sol y la luna, tanto en su Psicología como en su morfología, no obstante deben gravitar los dos en concordancia.
Es aquí donde podemos comprobar, que los símbolos alquímicos guardan unas enseñanzas, claras y concisas, para quien conoce de estos misterios.
En el libro titulado “La gloria del mundo” de Roberto Valensis, se puede leer ésta gran verdad: El sol y la luna deben copular como un hombre y una mujer, pues de otro modo no puede conseguirse nuestro Arte, y toda otra enseñanza al respecto es falsa y errónea.
Así que viendo no ve y oyendo no escucha, es como
permanece por siglos el animal intelectual; es triste hacer estas afirmaciones,
pero sentimos que es más grave la negación del ser humano a despertar de su
sueño, donde permanece atrapado en una ilusión que es la misma vida común y
corriente...
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