Los hijos de las brujas no tienen
miedo a caer, pues saben que a su lado tienen una madre que su mano les va a
tender.
Los hijos de las brujas a la Naturaleza
aman sin dudar, pues aunque sean de ciudad, sus "mamis brujis" al
bosque o la playa siempre les suelen llevar.
Los hijos de las brujas visten como se
sienten al despertar. Sus madres no les regañan si ese día les apetece llevar
una capa de Superman.
Los hijos de las brujas su ropa no
temen manchar, ya que las brujas de sus mamis saben más que de sobra que ha
sido por querer explorar y disfrutar.
Los hijos de las brujas crecen en
total libertad, mirando y admirando a la Luna pues, desde que han nacido, su
cuna les ha mecido.
Los hijos de las brujas alzan los
brazos al Sol, cantando, saltando y sonriendo, pues adoran sentir su calor.
Los hijos de las brujas con los
animales les gusta charlar. Mirarse a los ojos y travesuras juntos planear.
Los hijos de las brujas entre árboles
se necesitan criar, para subir por sus altas ramas y aprender a volar a la vez
que a caminar.
Los hijos de las brujas admiran y aman
a sus madres como a un igual, pues entre otras muchas cosas, han sido criados
en la igualdad.
Los hijos de las brujas no saben si
serán brujos cuando tengan unos años más, pero lo que sí tienen muy claro, es
que llegarán hasta donde ellos quieran llegar.
Texto: #MiscosasdeBruja©
(Éste y todos los textos de esta
página están protegidos con derechos de autor. No te apropies indebidamente de
ellos, y comparte y nombra a la autora, desde el respeto y el corazón)
Bev Johnson
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