Propiedades de la Rosa de Jericó.
La Rosa de Jericó es, en realidad, un
helecho. Tiene la particularidad de
poder presentarse en dos estados completamente diferentes: hecha una bolita,
pareciendo un simple matojo mustio, cuando las circunstancias son
desfavorables; o con los esporangios extendidos y de un color verde vivo, cuando
encuentra suficiente humedad a su alrededor. La alternancia entre estas dos
fases puede realizarlas en inmumerables ocasiones durante más de 20 años.
La Rosa de Jericó es una planta que aparece
sobre todo en las zonas desérticas del norte de áfrica y de medio oriente. Su
característica principal es que es una planta que puede secarse por completo, y
luego, tras colocarla en agua, vuelve de nuevo a la vida, de ahí, que se la
conozca también con el nombre de la “planta de la resurrección” o doradilla.
Científicamente, la doradilla se
denomina “Selaginella lepidophilla” y pertenece a la familia de las
licopodíneas. Crece prolíficamente en los extensos prados de los Estados
Unidos, y también se la puede encontrar en algunas zonas del norte de España, oeste
de Francia, Bélgica y Oriente Próximo. Es una molécula de azúcar, denominado
trehalosa, la que le confiere la capacidad de “resucitar”. Otros animales y
plantas, como los tardígrados, también hacen uso de ella para salir de estados
de muerte aparente. Incluso se encuentra en varias algas marinas y hongos, como
la conocida seta shiitake, en los que jugaría un papel esencial en los procesos
de hidratación/deshidratación.
Al parecer, los antiguos vendedores y
viajeros comerciantes, la traían desde Arabia, y la consideraban como una
especie de talismán.
Los ocultistas de todos los tiempos
han sabido que esta es una planta sacra y una de las más mágicas de nuestro
mundo. Durante milenios ha sido
utilizada por chamanes y brujos por sus reputadas propiedades mágicas, y más
tarde se ganó un lugar en los laboratorios de los alquimistas.
Entre los usos mágicos que le han dado
las distintas culturas, destacan la propiedad de bendecir y proteger casas y
atraer la suerte, el dinero y la fortuna a los negocios. Los practicantes del
vudú también la utilizan para atraer dinero y amor. Pero los beneficios de este
auténtico talismán viviente no acaban aquí: los que decidan poner una Rosa de
Jericó en su vida y trabajen con ella, experimentarán mejoras en su salud, vida
en pareja o matrimonial, exámenes, en el trabajo, los negocios, la prosperidad
económica o en la suerte de sus vástagos.
CUIDADOS DE LA ROSA:
El agua de la Rosa de Jericó debe cambiarse cada domingo. Se recomienda tirar el agua sucia ya que podría contener energías negativas.
Colocar la planta cerca de la entrada de casa para protegernos de las visitas.
Añadir monedas de cobre en número impar y del mismo valor al recipiente de la rosa ya que el cobre es buen conductor. Tras un ciclo de luna llena podemos usar dichas monedas como talismanes, regalarlos a amistades o dejarlas en lugares estratégicos, pero nunca venderlos. Además de monedas, podemos usar gemas, conchas marinas, e incluso clavos metálicos.
La primera vez que compramos una rosa de Jericó, debemos dar la bienvenida al espíritu del desierto encendiendo velas e incienso. También conviene hablarle a la planta. Añadimos las monedas al recipiente y ponemos 3 velas blancas en forma de triángulo alrededor de una jarra de agua que vayamos a usar. Podemos encender incienso, poner música que nos agrade relajante de fondo y dejar que nuestros pensamientos positivos vayan entrando en nuestra mente.
Es posible utilizar alguna lámpara de sal en la habitación para que el ambiente quede ionizado con buena energía positiva. Una vez nos sentimos positivos, ponemos las manos en el recipiente de agua con las palmas hacia abajo y bendecimos el agua diciendo *“Por el bien mío de todos los que me acompañan, bendice esta agua y conviértela en el vehículo de protección y amor. “*
Añadimos lentamente este agua en el recipiente donde tenemos la rosa de Jericó. Cerramos los ojos y damos la bienvenida al espíritu del desierto diciendo:
“Bienvenido a mi casa espíritu sagrado de la rosa de Jericó. Mi nombre
es...... (nuestro nombre)y soy una bruja.
Me comprometo a proteger esta rosa y a traer prosperidad a esta casa. Ayúdame a mi y a mi familia, guíanos para que podamos dar lo que recibimos de ti”
En ese momento, mucha gente afirma escuchar un nombre. Es el nombre del espíritu. Lo guardaremos para nosotros sin decírselo a nadie. En caso de no escuchar ningún nombre, esperar una semana repetir el procedimiento con la jarra de agua y las velas. En ocasiones los espíritus necesitan de un cierto tiempo para tener la confianza de presentarse.
El ritual termina cuando nosotros
decidimos que así sea. Podemos apagar las velas o dejarse consumir. Únicamente
queda cuidar la rosa y cambiar el agua cada semana y esperar que la prosperidad
y felicidad lleguen a su casa.
La rosa de Jericó: un talismán legendario
Cuenta la leyenda que cuando Jesús se encontraba en el desierto, esta planta de pequeñas raíces era arrastrada por el viento y llevaba pequeñas gotas de agua que saciaban la sed del maestro.
Jesús, por este hecho, bendijo la rosa
de Jericó y desde ese momento empezó a tener un gran valor como flor divina.
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