jueves, 3 de junio de 2021

Como ser Alquimista Parte XXXI

 



         

          VIII       Los colores 

 

   

          Parte III

 

Todos partimos desde un mismo punto, que es la oscuridad y la ignorancia. Así que dependerá de nuestros valores positivos para que podamos proseguir por la senda iniciática. Con mayor fortuna o desgracia, dependerá en la medida de lo que hayamos sembrado...

 

¿Si se nos preguntara por el trabajo en sí, que tan difícil es... ? Tendríamos que responder, que si lo hacemos difícil, es difícil..., pero si lo hacemos fácil, es fácil...

 

Se requiere de ver las cosas tal como son. Y si nos puede parecer muy negro o muy difícil, es simplemente porque nosotros nos identificamos con lo negro y difícil.

 

Tantos mensajes de amor, que nos han entregado los alquimistas, adeptos, y en definitiva todos los que se propusieron Religarse a su Dios interior..., y nosotros seguimos viendo sus palabras con recelo y en muchos casos con rechazo.

 

¿Cómo es posible que un mismo árbol, dé dos frutos totalmente distintos?

 

¡Es imposible servir a dos amos con la misma fidelidad!

 

El proceso de nuestras aguas mercuriales, su coloración, se dará en la medida de que estemos completamente definidos y podamos ser útiles a la Divinidad, para que opere en nuestro interior en el proceso del nacimiento segundo o creación de los cuerpos existenciales del Ser.

 

Si el cielo se digna bendecir tu labor, y, según la palabra del adepto, si te falta vocant, obtendrás primero la rama de olivo, símbolo de paz y unión de los elementos, y, luego, la blanca paloma que te la haya traído.

 

Sólo entonces podrás estar seguro de poseer aquella luz admirable, don del Espíritu Santo que Jesús envió el quincuagésimo día sobre sus apóstoles bienamados.

 

Tal es la consagración material del bautismo iniciático y de la revelación divina. Y cuando Jesús salía del agua, nos dice San Marcos, C. I, V. 10;

 

Juan vio de pronto entreabrirse los cielos y descender el Espíritu Santo sobre él en forma de blanca paloma.

 

El color blanco o la túnica de lino blanco, corresponde solamente a quien creó los cuerpos, o dicho de otra manera, quien llegó al nacimiento segundo, y se convirtió en un Maestro de la Luz.

 

Este color blanco, es el segundo color del proceso alquímico. Un color que denota purificación, así como una determinación en separar lo grosero de lo sutil.

 

Un color blanco que dice de su portador como Hombre auténtico, que fue capaz de blanquear su latón y vencer a los enemigos ocultos.

 

Un color blanco que habla del grado de castidad. Pero una castidad bien entendida, esotéricamente hablando, no una renunciación dogmática del sexo, sino una comprensión de todos los procesos psicológicos concernientes a las pasiones o instintos sexuales, que de manera natural se procesan en todos los hombres y mujeres.

 

El fuego del Espíritu Santo es la llama de Oreb..., el fuego de la castidad es el fuego del Espíritu Santo, es el fuego de Pentecostés, es el fuego de

la Kundalini..., es el fuego que Prometeo robó al cielo..., es la llama sagrada del templo que las vestales encienden..., es la llama de triple incandescencia, es el carro de fuego en que Elías subió al cielo...

 

No es renunciando al fuego (sexual) como se llega a la Sabiduría, sino más bien comprendiendo todos los resortes psicológicos que motivan a una manifestación o comportamiento, en muchos casos desordenada, e instintiva, en cuanto a nuestra actitud frente al sexo.

 

“Del combate que el caballero o azufre secreto libra con el azufre arsenical del viejo dragón nace la piedra astral blanca...”

 

Así un término alquimista es el de “Blancura capilar” que hace referencia a un proceso de la cocción.

 

Existe un documento alquímico llamado “Physika” con una antigüedad de más de 2000 años, escrito por Bolos Demócrito, en el que se menciona, que la transmutación de los metales se traducía en los cambios de color que aparecían en el proceso.

 

Así que no decimos nada del otro mundo, más bien recogemos el conocimiento para ponerlo en orden y operar bajo las leyes Divinas que nos conduzcan al punto de partida original.

 

Si el cuervo fue el primer animal que lo asociábamos con el color negro, la paloma blanca es el segundo aspecto del mercurio.

 

Así, en la medida que se sigue trabajando en el laboratorio alquímico, el mercurio está procesándose y cambiando de color continuamente, la gama de colores se resumen a los cuatro ya comentados; Negro, Blanco, Amarillo y Rojo.

 

Enrique Khunrath en su Amphiteatrum Sapientiae Aeterne, escribe:

 

Finalmente, cuando la Obra haya pasado de color cenizoso (negro) al blanco puro y luego al amarillo, verás la Piedra Filosofal, nuestro Rey elevado por encima de los dominadores que sale de su sepulcro vítreo, se levanta de su lecho y acude a nuestro escenario mundano en su cuerpo glorificado...

 

En Caldea, los “Zigurats” generalmente torres de tres pisos, a cuya categoría perteneció la famosa “Torre de Babel”, estaban pintados de tres colores: Negro, Blanco y Rojo púrpura.

 

            Para dar una idea del alcance extraordinario que en la filosofía hermética toma el          

            simbolismo de los colores de la Gran Obra, observamos que siempre se representa     

            a la Virgen vestida de azul (Resulta de urgente importancia anotar que el azul en  

            esoterismo puede ser equivalente al negro, igual significado que las vírgenes  

            negras.), a Dios de blanco y a Cristo de rojo.

 

El mercurio cuando ya está preparado para recibir el fuego (azufre) se torna amarillo y se suele simbolizar con el águila amarilla y finalmente cuando el mercurio ha sido fecundado, se vuelve de color rojo, a este mercurio se le llama mercurio Azufrado y se le representa con el Faisán rojo.

 

Curiosamente en las figuras de los Reyes Magos del misterio de la adoración al niño Jesús, encontramos estos cuatro colores.

 

El Rey Europeo (Blanco), el Asiático (Amarillo), y el Africano (Negro); el cuarto color lo encontramos en sus capas de color rojo o púrpura.

 

¿Acaso es casualidad esta coincidencia de colores? U ¿obedece a los misterios de la alquimia?

 

Sea como sea, lo importante es retomar el conocimiento que se nos entrega, para que podamos, mediante la ley del amor, trabajar con gran esmero en el Athanor.

 

También se suele hacer alusión a los colores con distintos reinos, como por ejemplo; el negro se relaciona con Saturno, el blanco con el reino de la Luna y el rojo con el reino del Sol, omitiendo en esta ocasión el color amarillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario