viernes, 9 de abril de 2021

Como ser Alquimista Parte XXIV



VII  El Alimento

 

Parte IV


Los seres humanos, en última instancia somos lo que comemos, lo que respiramos y lo que pensamos. Esto se materializa de igual manera en nuestro interior como en nuestro exterior, reflejando la carga psicológica o energética que cargamos de manera secreta. A pesar nuestro, en un momento dado, sale la mencionada carga psicológica para mostrarse ante los demás de manera muy natural y sin ningún tipo de enmascaramiento, exponiendo así nuestra realidad más cruda y sincera.

 

Esta realidad en cada uno de nosotros, es muy evidente, y sin embargo pasa desapercibida. Necesitamos recurrir al trabajo secreto, para que nuestro mercurio sea de la mejor calidad, libre de impurezas, que le permita fijarse en nuestra anatomía metafísica y proceder al nacimiento segundo.

 

Veamos lo que a este respecto dice el Corán en sus versículos del 11 al 36 del capítulo LVI:

 

Los elegidos estarán más próximos al Eterno.

 

Habitarán en el jardín de las

 

Delicias.

 

Gran número de ancianos y algunos jóvenes, serán huéspedes dichosos. Reposarán en lechos adornados de oro y piedras preciosas. Se mirarán con afecto. Serán servidos por niños dotados de una juventud eterna. Y ofrecerán vino exquisito en copas de forma diferentes. Su vapor no se subirá a la cabeza ni obscurecerá la razón.

 

Tendrán a discreción las frutas que deseen; y las carnes de las aves más raras. Junto a ellos se hallarán los Huríes de hermosos ojos negros. La blancura de su tez será igual al brillo de las perlas. Sus favores serán el premio a la virtud. Las conversaciones frívolas serán desterradas de esta mansión. En el corazón no se albergará el mal.

 

No se escuchará allí más que el dulce nombre de Paz. Que felices los que ocuparán la derecha, se pasearán entre nebos que no tienen espinas, y entre plátanos artísticamente dispuestos.

 

Gozarán de su espeso follaje. Junto a las aguas cantarinas. Allí una multitud de frutos diversos, se ofrecerán a la mano que desee cogerlos. Reposarán en lechos elevados.

 

Sus esposas serán de una creación especial. Serán vírgenes. Les amarán y gozarán de la misma juventud que ellos.

 

Con semejante esperanza de vida, bien merece la pena esforzarse por alcanzar tan elevado premio...

 

Así mismo, no podemos pasar por alto las palabras contenidas en el Apocalipsis, C.18, V. 3: “Porque todas las gentes han bebido del vino del furor de su fornicación, y los reyes de la tierra han fornicado con ella...



¿Acaso hemos olvidado las siguientes palabras? “Yo soy el pan de vida, yo soy el pan vivo, el que coma mi carne y beba mi sangre tendrá la vida eterna y yo le resucitaré. El que coma mi carne y beba mi sangre, en mí mora y yo en él.”

 

Quienes se entregan en cuerpo y alma a éste alimento, reservado para los pocos, podrán seguir en una felicidad constante, hasta la consumación de la Gran Obra.

 

Y prosiguiendo con el Corán en sus versículos del 39 al 47 del capítulo

 

XXXVII, dice así:

 

Los verdaderos servidores de Dios gozarán de la felicidad. Tendrán alimentos escogidos y frutas exquisitas, y serán servidos con honor. Los jardines de la voluptuosidad serán su Asilo.

 

Llenos de mutua bienaventuranza, reposarán en el lecho nupcial. Se le ofrecerán copas de agua pura. Limpia y de un sabor delicioso. Ella no ofuscará sus rostros ni les harán insensibles. Junto a ellos habrá vírgenes intactas. Y bajarán humildemente los ojos.

 

Y en los versículos del 22 al 28 en el capítulo LXXXIII, podemos leer:

 

Los justos serán los huéspedes de la mansión de las delicias. Acostados en el lecho nupcial, se dirigirán sus miradas por doquier. Brillará en su frente la alegría. Beberán un vino exquisito y sellado. El sello será el Almizcle, que quienes deseen la dicha se esfuercen en merecerla. Este vino estará mezclado con agua de Tasnin. Preciosa fuente donde apagarán la sed los que estén más cerca del Eterno.

 

La vía del alquimista nos ofrece el cuerno de la abundancia, pero debemos saber, que es necesario realizar un esfuerzo consciente para conseguirlo.

 

Así mismo, los cuernos de la abundancia en forma de X, aseguran las riquezas materiales, mismas que la posesión del mercurio asegura a los trabajadores en la Gran Obra. En Hebreos, C.V; V.12; podemos leer lo siguiente: Que tengáis necesidad de leche y no de manjar sólido.

 

En el V. 13 está escrito: Que cualquiera que participe de la leche, es inhábil para la palabra de la justicia, porque es niño. En el V. 14; Más la vianda firme es para los perfectos, para los que por la costumbre tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

 

Hoy en día sigue la humanidad necesitada de leche, es decir, del primer alimento y el más básico, que todo ser humano recibe al nacer, esto hay que saberlo entender...


Esta humanidad, en su mayoría, no está preparada para digerir una información o enseñanza más trascendental, la ilusión en la que está inmersa, la hace muy infantil ante la madurez de los Maestros autorrealizados.


No hay comentarios:

Publicar un comentario