CAPÍTULO I
II – 1.2 ¿ Qué es
una operación mágica ?
A continuación,
gracias a los principios inmutables y eternos de la ley de acción y reacción,
ese deseo germinará en el mundo astral (
el mundo del deseo ), para dar su fruto, el resultado anhelado en el mundo
físico.
Así, una
operación mágica consiste en definir primero tu deseo, alimentar ese deseo en tu espíritu. Es el
punto de partida inviariable sin el cual no se puede realizar ningún acto
mágico.
Entre ese
deseo y el resultado esperado en el mundo físico habrá varias etapas que
constituirán, en conjunto, la operación mágica propiamente dicha. Como has
podido leer un poco más arriba, la magia utiliza procedimientos analógicos, y
esto es muy importante. Y en seguida comprenderás de que se trata . . . .
¿ Qué es un
procedimiento analógico ? Por
definición, es un procedimiento que hace referencia a algo conocido. Por
ejemplo: si deseas plantar una flor en tu jardín ya conoces todas las etapas,
tantas veces observadas, que debes seguir:
Necesitarás
una semilla o un esqueje. A continuación, será necesario preparar el suelo,
plantar esta semilla en la tierra en un periodo del año que sea propicio para
la germinación. Nunca plantarías cesped a finales de diciembre, sino que
esperarás hasta finales de abril, y lo plantarás durante la fase lunar de
cuarto creciente. Después, habrá que regar esta semilla y dejar que las fuerzas
de la naturaleza haga su trabajo. Lo mismo pasará con todas las operaciones
mágicas que tengas que efectuar.
La semilla
representa tu deseo, tus aspiraciones. El suelo, el agua, la luz del sol y el
periodo elegido serán los elementos mágicos que actuarán. ¿ Quiere esto decir
que tendrás que enterrar tu deseo en un suelo fértil y regarlo para que se
realice ?
En sentido
figurado, SÍ, e incluso hasta cierto punto, en sentido propio. Ya que, una vez
más, la magia es NATURAL y no puede ir contra las leyes exotéricas (visibles) y
esotéricas (invisibles, ocultas a la mayoría de los mortales) de la Naturaleza.
La magia sigue en todo momento unos ciclos determinados que el hombre ha observado
desde la noche de los tiempos.
Así pues,
para retomar el ejemplo de la persona que desea conseguir un aumento de sueldo,
en primer lugar deberá disponer de una “semilla” que contenga la capacidad de
germinación: es su deseo. Este deseo deberá tener unas características bien
precisas: deberá ser suficientemente fuerte para poder germinar.
A
continuación, habrá que precisar el periodo ideal para sembrar este “deseo”.
Naturalmente, también habrá que preparar el suelo con las herramientas
necesarias. A un jardinero nunca se le ocurrirá la idea de plantar una semilla
en el suelo seco utilizando sus dedos como única herramienta. Un jardinero
utilizará un rastrillo, abono, etc.
Lo mismo
sucede con la magia: habrá que disponer de las herramientas y los elementos
naturales adecuados para preparar el suelo. A continuación, habrá que cuidarse
de regar la semilla y asegurarse de que reciba suficiente sol y agua para poder
completar su ciclo de germinación. Una vez que haya germinado la semilla, el
jardinero se ocupará de esta flor para que sea bella y agradable, y para que se
produzca otras flores aún más bellas.
En resumen:
los procedimientos mágicos que te serán desvelados en este método son
procedimientos analógicos que hacen referencia, todos ellos, a los ciclos de la
naturaleza. Ten siempre presente que una operación mágica es una operación
natural no más difícil de realizar que plantar una semilla en el suelo y velar
con amor por su eclosión.
II - 2 La ley de
causa y efecto
La ley de
CAUSA Y EFECTO es la ley universal que rige el mundo visible e invisible. Es la
ley sagrada del mago. Nadie puede ir contra esta ley, ninguna fuerza la puede
ignorar. Es gracias a esta ley que es posible una operación mágica. Pues bien,
¿cuál es esta ley ?
Todo
pensamiento, toda acción, comporta automática e inevitablemente, un efecto, una
reacción.
Tomemos un
ejemplo sencillo. Si lanzas una piedra en un charco de agua o al mar, se creará
unas ondas en la superficie del agua. Estas onda se propagarán en una dirección
y con una potencia dadas por las leyes físicas. La piedra lanzada ( la acción )
creará una reacción ( las ondas ) en la superficie del agua. Esta ley es válida
dondequiera que te encuentres. Lo mismo sucede con los pensamientos. Todo
pensamiento creará una reacción, un efecto más o menos importante en función de
la intensidad del pensamiento emitido. De la misma manera, todos los actos que
realizamos cotidianamente comportan unos efectos directamente mensurables en el
mundo físico.
Esta ley de
causa y efecto funciona a dos niveles: en el plano físico y en el plano metafísico,
siempre sobre el mismo principio de analogía. Esta ley de acción/reacción o de
causa y efecto también es conocida bajo el nombre de ley hermética, en honor a
Hermes el Trimegisto. Esta ley, esta regla absoluta, afirma que todo lo que
está arriba, en el “cielo”, en el mundo astral, el mundo de los pensamientos,
posee su equivalente material en el mundo físico. Esta ley está representada en
todos los pentáculos mágicos por dos triángulos isósceles imbricados.
El primer triángulo dirige su punta
hacia el cielo para indicar que todos los pensamientos se elevan hacia
“arriba”, el mundo astral. El segundo triángulo dirige su punta hacia la
tierra, indicando con ello que todos los pensamientos, una vez emitidos,
tienden a realizarse, a procurar su equivalente material en el mundo físico. Es
el principio mágico por excelencia, y siempre debes tenerlo presente. Todo
cuanto deseas, todos tus pensamientos, se propagan en el mundo astral y, por el
principio de causa y efecto, tus pensamientos “vuelven” al mundo físico bajo su
forma material ( la realización de tu deseo ).
Entonces, ¿
por qué no se realizan tus deseos por sí solos, ya que todo pensamiento tiende
a realizarse ? Por la sencilla razón de que tus pensamientos deben ser
orientados y emitidos con suficiente fuerza como para que vuelvan a ti bajo su
equivalente físico. Tomemos una vez más un ejemplo, una analogía. Si lanzas una
piedra pequeña al agua de un charco, las ondas se propagarán con poca fuerza.
Lanza una
piedra de varios kilos y provocarás un pequeño maremoto, en proporción al
charco, naturalmente. Suelta esa piedra desde varios metros de altura de la
superficie y el efecto será todavía más fuerte. Utiliza una catapulta para dar
todavía más velocidad a la piedra y el resultado será más relevante.
Lo mismo
sucede con tus pensamientos y deseos. Por poco que propagues tus deseos con
fuerza suficiente y en una dirección dada, obtendrás inevitablemente un
resultado. Utiliza una catapulta ( la magia ), y el resultado será aún más
impresionante. La magia, los instrumentos de magia, no son más que unos
amplificadores del pensamiento que aseguran la comunicación de tus deseos a los
poderes sobrenaturales. Un poco como el abono permite un crecimiento rápido de
la flor, las operaciones mágicas, los utensilios mágicos, concentran y aumentan
la fuerza de tu deseo y permiten comunicarte con los poderes de otra dimensión.
Ahora, ¿
conoces el viejo adagio que dice: “¿ Quien siembra vientos recoge tempestades
?” He aquí el ejemplo más expresivo de la ley de causa y efecto. Todos los
pensamientos que siembras tienden a transformarse en su equivalente físico.
Así, pues, ten cuidado con lo que siembras. Si emites un pensamiento de envidia
o de celos y amplificas estos pensamientos gracias a procedimientos mágicos,
obtendrás un resultado que, si bien al principio puede parecer prometedor, se
transformará en una verdadera pesadilla.
Porque son
tus pensamientos y deseos, una vez más, los que constituyen el fundamento, el
inicio de todo acto mágico. Por poco que tus pensamientos o deseos no estén en
concordancia con la ley cósmica del amor, tarde o temprano pagarás un precio
por ello.
Por otra
parte, esta es la razón por la cual muchas personas se introducen en el camino
de la brujería. En efecto, en la magia existen, naturalmente, barreras y
límites. No intentes hechizar a una persona con una operación mágica, ya que,
por una parte, la magia, por su esencia divina, no permite ni autoriza este
tipo de acciones.
Por el
contrario, la brujería le da el poder de hacer este tipo de cosas, pero
entonces, ¡ cuidado con su alma ! Esto nos lleva a hablar de las diferentes
formas de magia, y especialmente de las que no podrán causar ningún mal ni perjuicio,
ni a tí ni a los demás
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