sábado, 17 de abril de 2021

INSTRUCCIONES SECRETAS SOBRE MAGIA Parte II



CAPÍTULO  I

 

II – 1.2   ¿ Qué es una operación mágica ?           

 

       A continuación, gracias a los principios inmutables y eternos de la ley de acción y reacción, ese deseo germinará en el mundo astral  ( el mundo del deseo ), para dar su fruto, el resultado anhelado en el mundo físico.

           Así, una operación mágica consiste en definir primero tu deseo,  alimentar ese deseo en tu espíritu. Es el punto de partida inviariable sin el cual no se puede realizar ningún acto mágico.

           Entre ese deseo y el resultado esperado en el mundo físico habrá varias etapas que constituirán, en conjunto, la operación mágica propiamente dicha. Como has podido leer un poco más arriba, la magia utiliza procedimientos analógicos, y esto es muy importante. Y en seguida comprenderás de que se trata . . . .

           ¿ Qué es un procedimiento analógico ?  Por definición, es un procedimiento que hace referencia a algo conocido. Por ejemplo: si deseas plantar una flor en tu jardín ya conoces todas las etapas, tantas veces observadas, que debes seguir:

           Necesitarás una semilla o un esqueje. A continuación, será necesario preparar el suelo, plantar esta semilla en la tierra en un periodo del año que sea propicio para la germinación. Nunca plantarías cesped a finales de diciembre, sino que esperarás hasta finales de abril, y lo plantarás durante la fase lunar de cuarto creciente. Después, habrá que regar esta semilla y dejar que las fuerzas de la naturaleza haga su trabajo. Lo mismo pasará con todas las operaciones mágicas que tengas que efectuar.

           La semilla representa tu deseo, tus aspiraciones. El suelo, el agua, la luz del sol y el periodo elegido serán los elementos mágicos que actuarán. ¿ Quiere esto decir que tendrás que enterrar tu deseo en un suelo fértil y regarlo para que se realice ?

           En sentido figurado, SÍ, e incluso hasta cierto punto, en sentido propio. Ya que, una vez más, la magia es NATURAL y no puede ir contra las leyes exotéricas (visibles) y esotéricas (invisibles, ocultas a la mayoría de los mortales) de la Naturaleza. La magia sigue en todo momento unos ciclos determinados que el hombre ha observado desde la noche de los tiempos.

           Así pues, para retomar el ejemplo de la persona que desea conseguir un aumento de sueldo, en primer lugar deberá disponer de una “semilla” que contenga la capacidad de germinación: es su deseo. Este deseo deberá tener unas características bien precisas: deberá ser suficientemente fuerte para poder germinar.

           A continuación, habrá que precisar el periodo ideal para sembrar este “deseo”. Naturalmente, también habrá que preparar el suelo con las herramientas necesarias. A un jardinero nunca se le ocurrirá la idea de plantar una semilla en el suelo seco utilizando sus dedos como única herramienta. Un jardinero utilizará un rastrillo, abono, etc.

           Lo mismo sucede con la magia: habrá que disponer de las herramientas y los elementos naturales adecuados para preparar el suelo. A continuación, habrá que cuidarse de regar la semilla y asegurarse de que reciba suficiente sol y agua para poder completar su ciclo de germinación. Una vez que haya germinado la semilla, el jardinero se ocupará de esta flor para que sea bella y agradable, y para que se produzca otras flores aún más bellas.

           En resumen: los procedimientos mágicos que te serán desvelados en este método son procedimientos analógicos que hacen referencia, todos ellos, a los ciclos de la naturaleza. Ten siempre presente que una operación mágica es una operación natural no más difícil de realizar que plantar una semilla en el suelo y velar con amor por su eclosión.

 

II - 2  La ley de causa y efecto

 

           La ley de CAUSA Y EFECTO es la ley universal que rige el mundo visible e invisible. Es la ley sagrada del mago. Nadie puede ir contra esta ley, ninguna fuerza la puede ignorar. Es gracias a esta ley que es posible una operación mágica. Pues bien, ¿cuál es esta ley ?

          Todo pensamiento, toda acción, comporta automática e inevitablemente, un efecto, una reacción.

           Tomemos un ejemplo sencillo. Si lanzas una piedra en un charco de agua o al mar, se creará unas ondas en la superficie del agua. Estas onda se propagarán en una dirección y con una potencia dadas por las leyes físicas. La piedra lanzada ( la acción ) creará una reacción ( las ondas ) en la superficie del agua. Esta ley es válida dondequiera que te encuentres. Lo mismo sucede con los pensamientos. Todo pensamiento creará una reacción, un efecto más o menos importante en función de la intensidad del pensamiento emitido. De la misma manera, todos los actos que realizamos cotidianamente comportan unos efectos directamente mensurables en el mundo físico.

           Esta ley de causa y efecto funciona a dos niveles: en el plano físico y en el plano metafísico, siempre sobre el mismo principio de analogía. Esta ley de acción/reacción o de causa y efecto también es conocida bajo el nombre de ley hermética, en honor a Hermes el Trimegisto. Esta ley, esta regla absoluta, afirma que todo lo que está arriba, en el “cielo”, en el mundo astral, el mundo de los pensamientos, posee su equivalente material en el mundo físico. Esta ley está representada en todos los pentáculos mágicos por dos triángulos isósceles imbricados.

           El primer triángulo dirige su punta hacia el cielo para indicar que todos los pensamientos se elevan hacia “arriba”, el mundo astral. El segundo triángulo dirige su punta hacia la tierra, indicando con ello que todos los pensamientos, una vez emitidos, tienden a realizarse, a procurar su equivalente material en el mundo físico. Es el principio mágico por excelencia, y siempre debes tenerlo presente. Todo cuanto deseas, todos tus pensamientos, se propagan en el mundo astral y, por el principio de causa y efecto, tus pensamientos “vuelven” al mundo físico bajo su forma material ( la realización de tu deseo ).

           Entonces, ¿ por qué no se realizan tus deseos por sí solos, ya que todo pensamiento tiende a realizarse ? Por la sencilla razón de que tus pensamientos deben ser orientados y emitidos con suficiente fuerza como para que vuelvan a ti bajo su equivalente físico. Tomemos una vez más un ejemplo, una analogía. Si lanzas una piedra pequeña al agua de un charco, las ondas se propagarán con poca fuerza.

           Lanza una piedra de varios kilos y provocarás un pequeño maremoto, en proporción al charco, naturalmente. Suelta esa piedra desde varios metros de altura de la superficie y el efecto será todavía más fuerte. Utiliza una catapulta para dar todavía más velocidad a la piedra y el resultado será más relevante.

          Lo mismo sucede con tus pensamientos y deseos. Por poco que propagues tus deseos con fuerza suficiente y en una dirección dada, obtendrás inevitablemente un resultado. Utiliza una catapulta ( la magia ), y el resultado será aún más impresionante. La magia, los instrumentos de magia, no son más que unos amplificadores del pensamiento que aseguran la comunicación de tus deseos a los poderes sobrenaturales. Un poco como el abono permite un crecimiento rápido de la flor, las operaciones mágicas, los utensilios mágicos, concentran y aumentan la fuerza de tu deseo y permiten comunicarte con los poderes de otra dimensión.

          Ahora, ¿ conoces el viejo adagio que dice: “¿ Quien siembra vientos recoge tempestades ?” He aquí el ejemplo más expresivo de la ley de causa y efecto. Todos los pensamientos que siembras tienden a transformarse en su equivalente físico. Así, pues, ten cuidado con lo que siembras. Si emites un pensamiento de envidia o de celos y amplificas estos pensamientos gracias a procedimientos mágicos, obtendrás un resultado que, si bien al principio puede parecer prometedor, se transformará en una verdadera pesadilla.

           Porque son tus pensamientos y deseos, una vez más, los que constituyen el fundamento, el inicio de todo acto mágico. Por poco que tus pensamientos o deseos no estén en concordancia con la ley cósmica del amor, tarde o temprano pagarás un precio por ello.

           Por otra parte, esta es la razón por la cual muchas personas se introducen en el camino de la brujería. En efecto, en la magia existen, naturalmente, barreras y límites. No intentes hechizar a una persona con una operación mágica, ya que, por una parte, la magia, por su esencia divina, no permite ni autoriza este tipo de acciones.

           Por el contrario, la brujería le da el poder de hacer este tipo de cosas, pero entonces, ¡ cuidado con su alma ! Esto nos lleva a hablar de las diferentes formas de magia, y especialmente de las que no podrán causar ningún mal ni perjuicio, ni a tí ni a los demás

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario