EL DÍA DEL MAGO Parte II
La noche :
Purifícate tomando
una ducha y procediendo a realizar los ejercicios de visualización mental
relacionados con el aura y los chakras.
Ahora que
conoces la función y el poder mágico de los colores, puedes visualizar tu aura
del color correspondiente al día de la semana. Por ejemplo, el domingo, haces
tu visualización y equilibras el aura, visualizando el color dorado.
Después de
esta sesión de visualización, puedes pasar realmente a las operaciones mágicas
propiamente dichas. Por otra parte, éste será el tema de la segunda parte de
este Taller. Sin embargo, no habrá que dejar de efectuar caa noche antes de
dormirte el examen de conciencia. ¿ Qué
es el examen de conciencia ?
Hacer el
examen de conciencia es revivir a grandes rasgos el día que acaba de
transcurrir, pero con una “variante” cuyo poder mágico conocen pocas personas.
En efecto, la técnica que sigue nos fue legada por Pitágoras en sus “ versos
dorados “.
COMO HACER UN EXAMEN DE CONCIENCIA
Practica la
respiración abdominal rítmica y visualiza en tu mente el día en el sentido
contrario a su desarrollo. Es decir, debes traer a la memoria las imágenes del
día comenzando por la noche.
En cada
escena que revisualices, juzga por tí mismo si hubieras podido comportarte
mejor de lo que lo has hecho. Por ejemplo, si has sido muy duro con tal o cual
persona en el trabajo, revive esta escena en tu imaginación, pero esta vez
adoptando la actitud que convenga.
Esta técnica
tan sencilla permite anular la carga emocional negativa liberada cuando estás
enfadado, poco amable o poco paciente. Asimismo, si has experimentado alguna
ofensa durante la jornada, revisualiza esta situación tal como te habría
gustado vivirla.
Como todas las técnicas que revelo en este Taller el examen de conciencia, tal como lo describe Pitágoras en los “ versos dorados “ , es realmente mágico.
Después de
haber finalizado tu examen de conciencia, recita un Padrenuestro.
Llegamos así
al final de la primera parte de este Taller Esta entrada en materia era
necesaria antes de abordar las técnicas mágicas propiamente dichas. Tienes
desde ahora los conocimientos esotéricos generales necearios para comprender y
operar en magia. Una vez más, el entrenamiento de base que se te pide es
esencial para tener éxito en una operación mágica. Así pues, si tan sólo has
sobrevolado mis palabras o estas páginas, un consejo : vuelve a leer o recordar
los primeros pasos y, sobre todo, practica todos los ejercicios aconsejados.
Ahora, si has aplicado bien todas las técnicas reveladas en la primera parte,
puedes entrar verdaderamente en el universo de la magia y de los milagros.
MAGIA PRÁCTICA
LIBRO I I
UTILIZACIÓN PRÁCTICA DE LAS FUERZAS MÁGICAS
La
segunda parte de este Taller es esencialmente práctica. Gracias a ella
aprenderás a crear una operación mágica utilizando y combinando las energías
naturales. ¿Cuáles son esas energías, esas fuerzas mágicas? Ya he hablado de
ellas en el Libro Primero de este método: son, esencialmente, las fuerzas
planetarias, los colores, las plantas, los inciensos y los números.
Con la ayuda
de esas fuerzas, aprenderás a crear objetos mágicos que te servirán en los
distintos rituales que idearás o aplicarás. El estudio teórico y práctico de
esas fuerzas sobrenaturales se concentrará, principalmente, en la astrología.
En efecto,
el estudio de los diferentes planetas permite, por sí solo, comprender las
distintas correspondencias que existen entre las fuerzas mágicas, puesto que
querer practicar la magia sin un conocimiento astrológico, aunque sea simple,
carece de sentido. Una operación mágica tendrá éxito si se practica a la hora
ideal, el día ideal, durante fases lunares bien determinadas. Ignorar estos
datos astrológicos es un poco como no querer llevar un mapa de carreteras para
dirigirse en automóvil a un lugar que nos es desconocido. Los riesgos de error
y, por tanto, de accidentes, son mayores. Lo mismo ocurre con las demás fuerzas
mágicas.
Por ejemplo, si no preparas adecuadamente el
altar para prácticar una operación mágica, es un poco como si tuvieses un coche
sin motor, es decir, totalmente inútil. Si no colocas los elementos mágicos
sobre el altar (agua, tierra, aire y fuego), es un poco como si tu auto no
tuviese neumáticos, lo cual sería lamentable. Si no trazas el pentagrama de
protección, es como si marcharas con un automóvil sin freno, lo cual sería
peligroso. Y, naturalmente, si no practicas y no desarrollas tus poderes
mágicos con la ayuda de todas las técnicas de visualización y de respiración,
es como si quisieras circular con un auto sin gasolina.
Una vez más,
en Magia todo está relacionado y todo es lógico. Los elementos deben estar
armonizados de forma tal que creen una resonancia sobre el plano astral.
También los planetas, sus energías, las fuerzas sobrenaturales que los
rigen (ángeles, principados, tronos,
etc.), van a jugar un papel importante en la preparación de un acto mágico.
Por tal
motivo necesitas unos conocimientos mínimos de astrología tradicional y de
astrología cabalística.
Naturalmente
que las tablas de las horas planetarias y sus correspondencias mágicas te
evitarán tener que realizar cálculos, y en ellas hallarás todas las informaciones
que precises para realizar un ritual mágico. No obstante, se deseas
perfeccionarte en el arte de la magia, deberás aprender tarde o temprano a
preparar la carta astral de una operación mágica y a calcular los distintos
aspectos planetarios. Bajo el título de “ficha práctica”, hallaras al final de
este capítulo todo aquello que necesitas para trazar la carta astral de una
operación.
Repito, una
vez más, que no precisas realizar dichos cálculos para las operaciones mágicas
sencillas, puesto que las tablas de correspondencia te proporcionarán toda la
información básica.
EL ZODÍACO
El Zodíaco
consiste en un círculo de 360º dividido en 12 sectores de 30 grados cada uno.
Cada sector representa un signo astrológico: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer,
Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Cada
grado de Zodíaco corresponde aproximadamente a 24 horas, es decir, un día. El
Zodíaco es recorrido, a lo largo de todo el año, por planetas. Estos planetas,
Sol, Luna, Mercurio, Marte, Venus, Júpiter y Saturno poseen cada uno energías
determinadas que influyen sobre el individuo. Estas influencias han sido
determinadas por los ocultistas siempre en base a un principio de analogía. Por
ejemplo, el Sol representa la fuerza creadora, el polo masculino de la energía
divina, la energía consciente. La Luna representa el polo femenino de la
energía divina creadora, el subconsciente.
En todas las
prácticas mágicas solamente tomaremos en consideración los planetas del
septenario, es decir, los 7 planetas que, desde siempre, han servido de soporte
a la astrología. Los 3 planetas de los que no nos ocuparemos son: Neptuno,
Urano y Plutón. Estos 3 planetas poseen una influencia más colectiva que
individual, en razón de las distintas épocas en que fueron descubiertos. Por
ejemplo, Urano fue descubierto por Hershell hacia el año 1.780, en los albores
de la Revolución Francesa, lo cual todos coinciden en afirmar que representa el
inicio de los tiempos modernos.
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