sábado, 3 de abril de 2021

POR QUÉ ALGUNOS HECHIZOS NO FUNCIONAN?

 


En ocasiones, las personas que deciden realizar hechizos para solventar situaciones que los afectan, suelen experimentar episodios de ira y frustración, cuando los hechizos no funcionan, en el menor tiempo posible.

 

Estos sentimientos negativos pueden incrementarse, si otro individuo realiza el ritual y consigue lo que desea. Es el momento cuando la envidia, el desprecio, el cinismo y la incredulidad, hacen su aparición.

 

Existen diversas razones (internas y externas) por las que algunos hechizos no funcionan según lo esperado, y esto no es una excusa para perder la fe o desprestigiar las creencias ajenas.

 

 

MOTIVOS POR LOS QUE LOS HECHIZOS NO FUNCIONAN


NO SEGUIR LOS PASOS DEL RITUAL


La mayoría de los hechizos exigen que el ejecutante cumpla una serie de pautas específicas. Si bien es cierto que algunos ingredientes pueden tener sustitutos aceptables, por norma, los procedimientos deben respetarse.

 

Generalmente, los pasos fundamentales que deben acatarse durante la ejecución de rituales se refieren al tiempo (día, hora, momento) y el lugar (espacios cerrados o entornos naturales).

 

ESTAFA


Existen personas inescrupulosas, sin conocimiento mágico real, que se aprovechan de las necesidades de otros, para recibir beneficios (económicos, y hasta sexuales).

 

Estos individuos realizan hechizos ficticios, para engañar a los solicitantes y recibir ganancias. Otros pueden incluso no ejecutar nunca el ritual (porque lo desconocen) e igual cobrar por ello.

 

Hechizos que no funcionan

 

FALTA DE OBJETIVOS CLAROS


Esto es un punto importante. Antes de efectuar hechizos o rituales es indispensable que tengas el objetivo final claro. Ser especifico con los detalles, es una de las mejores cualidades en el mundo esotérico.

 

Por ejemplo, Juan práctica un ritual para tener un coche. Juan no especifica el modelo, el color, ni siquiera el tipo de coche que quiere. La semana siguiente, un familiar le regala un coche de juguete a Juan.

 

En este caso, el Universo (o la Divinidad) respondió a la solicitud de Juan, pero como éste no fue preciso en los detalles de su deseo, movilizó las energías de lo que tenía más cerca (un coche de juguete).

 

¿DESEO VERDADERO O DEL EGO?


Este aspecto guarda relación con el punto anterior. Aunque se tenga el objetivo claro, a veces los hechizos no funcionan porque se trata de caprichos, y no de deseos verdaderos.

 

Los caprichos responden al ego y a las apariencias, mientras que los deseos verdaderos están en conexión con el ser interior, las emociones y las necesidades de la persona que ejecuta el ritual.

 

AUTOSABOTAJE


El pesimismo y la negatividad son los peores enemigos de rituales y hechizos. Pensar “no vale la pena”, “estoy perdiendo el tiempo”, o “esto no sirve para mí”, atenta directamente contra tu intención.

 

Al momento del ritual, el practicante debe ser un canal limpio. Esto quiere decir, que debe mantener elevadas sus vibraciones y alinear sus pensamientos con el aspecto positivo de lo que quiere alcanzar.

 

De lo contrario, el mismo individuo saboteará todas las iniciativas que pueden acercarlo a sus objetivos.

 

BLOQUEOS PERSONALES


Además de la negatividad interna, existen otros tipos de bloqueos personales, que actúan en contra de las energías de hechizos y rituales. Primero, la falta de confianza, y segundo: las vidas pasadas.

 

En el primer caso, si no tienes fe en tus capacidades y en el trabajo ritual que estás desarrollando, nunca obtendrás resultados que te hagan sentir satisfecho, si es que consigues algún resultado.

 

Las personas que tuvieron vidas pasadas relacionas con el mundo de la magia y los hechizos, pueden traer bloqueos relacionados con éstas, en especial si por sus habilidades fueron despreciados o maltratados.

 

En este caso, lo mejor es aplicar técnicas de sanación espiritual que permitan eliminar las energías residuales. Lo mismo puede ocurrir con personas que experimentaron una gran religiosidad, en existencias anteriores o la presente.

 

Si creciste rodeado de personas intolerantes hacia otros sistemas de creencias, o que consideraban que la única verdad es la que proviene de su espiritualidad, probablemente tu subconsciente rechace la idea de magia, hechizos y rituales, creando una barrera y los hechizos no funcionan.

 

FALTA DE DISCRECIÓN


Otro aspecto crucial. De acuerdo a los principios de la Magia Natural, y otras corrientes espirituales, divulgar información sobre los hechizos o rituales que realizaste, les resta energía.

 

Mientras más personas conozcan de tu trabajo, más se irá desgastando la fuerza que rodea la intención. Sin contar con que los incrédulos, pueden hacerte sentir ridiculizado o minimizado.

 

NO ACTUAR EN CONSECUENCIA


Quizás el aspecto más olvidado, dentro de las prácticas esotéricas, en el caso de los principiantes. Todo ritual o hechizo debe ser respaldado por acciones concretas, en el plano material.

 

A esto se le conoce como actuar en consecuencia. No sirve de nada, hacer un ritual para encontrar empleo y no enviar la hoja de vida a empresas del ramo, autopostularse con los contactos profesionales o visitar portales de empleo.

 

No se trata de esperar que las cosas caigan del cielo, o de pensar que no sucederá así (falta de fe). El punto es que si elevaste una intención al mundo espiritual, puedes ayudarla mejor, si te alineas con las energías disponibles, en lugar de asumir una actitud pasiva.

 

HECHIZOS QUE HACE DAÑO A OTROS


Muchas veces, los guías espirituales del individuo bloquean el desarrollo de los hechizos, porque harán daño a otra persona (físico, espiritual o emocional), generando una deuda kármica con el Universo.

 

Quizás no sea la intención causar daño, pero si estás violentando la voluntad y el libre albedrío de otro (ejemplo, “quiero que Pedro me amé a mí”), entonces estás creando un compromiso negativo, que en algún momento exigirá un pago.

 

-   Deseo Verdadero: Hacemos un ritual para conseguir un objetivo. Si realmente, en lo más profundo de nuestro ser, no queremos conseguirlo, o tenemos miedo de conseguirlo, o por un lado queremos hacerlo pero por otro no, lo más seguro es que fallemos. Todo depende de si las ganas o las no ganas son más fuertes. Muchas veces, nuestro deseo es fuerte, y nos da un poco de vértigo, pero aún así lo formulamos, y de repente cuando lo tenemos delante de nuestras narices, decimos, “no ha funcionado” jajajaja, ¡a cuántos magos habré oído decir esto! ¡Innumerables veces! Por eso resulta que si deseamos algo con mucha intensidad y sinceridad, podemos materializarlo con solo decir un “ojalá……”. Eso, en mayor o menor medida nos ha pasado a todos, magos y no magos.

 

-   Emoción y Necesidad adecuadas: Esto es muy sencillo, pero de tan sencillo que es muchas veces nos olvidamos de imprimar nuestros rituales con la emoción adecuada, sobre todo si somos magos ceremoniales, ya que dejamos a un lado el instinto y la emocionalidad de la magia primitiva. Si queremos atraer paz, debemos sentirla en el ritual, si queremos enviar odio, debemos sentir odio. Lo semejante atrae a lo semejante. Ley básica de la magia simpática. Si queremos amor, debemos conectarnos con la energía del amor, sentirla, paladearla; eso es unirnos a la corriente, conectarnos a ella para luego poder usarla. Por otro lado, la necesidad mueve montañas. Si tenemos una necesidad real de lo que pedimos, tendremos más fuerza y nos volcaremos emocionalmente con más intensidad.

 

-   Canal limpio: Como dice un buen amigo mío, no puedes hacer mucho si las aguas están turbias. Por muchas ganas que tengas de hacer una cosa, si no te preparas mental y emocionalmente, no podrás canalizar bien la energía o lo harás a medias, o con una intensidad insuficiente como para que se materialice tu voluntad. Así que antes de nada, hay que aprender a vaciarse, limpiarse meditando para poder ser un canal lo más puro posible y que la energía no encuentre obstáculos.

 

-   Ego: Otra cuestión relacionada con la anterior es la del ego. En muchos rituales hay que apartar a un lado el ego, o mejor dicho el ego cotidiano. Entramos en ritual y entramos a un espacio fuera del espacio, y en un tiempo fuera del tiempo. Ya no somos las mismas criaturas que vamos a por el pan y venimos de la oficina. Nos retrotraemos a un tiempo original, al tiempo y al lugar de la magia, ya sea por convencimiento propio o por utilizar la creencia como herramienta. En algunos casos gustaremos de abandonar nuestra conciencia humana, o dejarla en un segundo plano, mientras nuestra conciencia animal u otras partes de nuestro subconsciente afloran encarnando distintos arquetipos, dejando que los pasos del ritual sean llevados de manera intuitiva y no programada. Debemos analizar qué tipo de conciencia nos ayudará a sintonizar con nuestro objetivo y darle el poder necesario para que luego sea concretado.

 

-   Conocer los símbolos: Muchos magos hacen magia en el instante, con una simple afirmación o petición. La voluntad estaba bien alineada. Sin embargo, el ritual tiene un encanto especial, y aunque podamos lanzar hechizos tan solo hablando de lo que queremos conseguir, o sumergiéndonos en el astral, preparar un ritual completo tiene para mí al menos un encanto especial. Disfruto recopilando información de los dioses o entidades, buscando el incienso apropiado, las velas, la música, poniendo a punto mis herramientas mágicas, etc. Es un placer disfrutar de la brujería tradicional por muy aparatosa que pueda parecer. En este punto, hemos de saber escoger los catalizadores y estar al tanto de las correspondencias.  Conocer el simbolismo de los días y las horas, los colores, la posición del sol y de la luna, los inciensos, las hierbas, las gemas... Cuantos más elementos dispongas más llenarás tu mente de impresiones, y al saturarla podrás provocar luego el vacío que el subconsciente necesita para lanzar la magia.

 

-   Bloqueos personales: Por situaciones internas o externas podemos sufrir momentos de bloqueo, tanto creativo, como mental, bloqueo de nuestra voluntad, indecisión, crisis…. Es el momento de hacer introspección, consultar y ver qué es lo que nos está bloqueando, si se debe a una  falta de fe en nosotros mismos, a la inseguridad,  el miedo, el estrés, la angustia…  Y para rizar el rizo, siempre podemos hacer un ritual de desbloqueo. ¿Cómo va a funcionar si estamos bloqueados?, pues porque nuestra voluntad de desbloquearnos sea mayor. Todo es un círculo. Todo se toca. Solo se debe evitar ciertas prácticas mágicas cuando se está muy enfermo para no gastar la energía vital. Si la enfermedad es leve siempre se puede hacer un ritual para intentar extraer energía y autocurarnos.

 

-   Mal de ojo externo o entorno “maldito”: Mucha gente se aburre y se dedica a provocar y molestar a otros magos. La mayoría de veces el mal de ojo no es consciente pero los que llevamos algún tiempo en el tema ya hemos escarmentado en guerras mágicas declaradas por magos envidiosos y rastreros. Vigila que no te estén haciendo magia si eres una persona vulnerable a los ataques mágicos o a criaturas del astral vampíricas como larvas, íncubos y súcubos.

 

-  Competencia: En ocasiones pedimos cosas bastante difíciles de conseguir como por ejemplo ganar la lotería. Debemos ser conscientes de con cuantas voluntades ajenas estamos competiendo y si merece la pena nuestro esfuerzo. ¿Qué podemos hacer entonces ante una empresa de tal envergadura?: ir fortaleciendo nuestra voluntad y nuestro poder personal poco a poco.

 

-   El Secreto: Ya sabréis que una de las reglas de oro de la magia es saber guardar silencio. Esto no es por hacernos los misteriosos sobre lo que hacemos o dejamos de hacer. Yo tengo una regla para con esto: solo cuento lo que hago a aquellas personas que quieren que tenga éxito en lo que hago, porque así su buena voluntad se suma a la mía. Siempre hay que guardar algo de silencio porque una de las fases del proceso mágico es la incubación. No debemos hablar ni pensar en lo que hemos hecho, debemos olvidar para que sea lanzado al astral y por la misma gravedad se manifieste. Muchas veces hemos hecho un ritual, nos hemos olvidado de lo que habíamos pedido, y solo al tiempo después, cuando  obtenemos lo que queríamos, recordamos el ritual que habíamos hecho para conseguirlo.

 

-  Elección fallida de Espíritus Auxiliares: Debemos saber a quién pedir ayuda mágica extra y saber si dichos agentes nos van a ayudar, si van a distorsionar nuestra tarea o simplemente si nos van a hacer la puñeta. Si invocas a varios dioses ten en cuenta de que se deben llevar bien entre ellos. Porque como con los elementales caprichosos, podemos tener incongruencias en los resultados.

 

-  Compañía humana: Debemos saber elegir también a nuestros compañeros de ritual. Su energía puede ser incompatible con la nuestra y hacer que no nos sintamos a gusto dentro del círculo. Deben ser personas que tengan control mental y que armonicen bien con nuestra manera de hacer magia.

 

-  Alinearnos con nuestra Verdadera Voluntad: Algunos magos creen que si no estamos correctamente alienados con nuestro SAG no obtendremos grandes resultados en lo que pidamos si lo que pedimos se aleja de nuestra Verdadera Voluntad. Así que lo mejor es orientar nuestra vida y nuestros esfuerzos en una misma dirección para que todo lo que hacemos tenga coherencia y todos los aspectos de nuestra vida se respalden los unos a los otros.

 

-  Lugar: Si podemos hacerlo en un lugar de poder o que sea simbólico para nosotros , mucho mejor. Está demás decir que se aconseja limpiar físicamente y astralmente el espacio mágico. Hacer un LBRP antes de comenzar es una tarea casi obligada para evitar que entren en nuestro círculo energías no deseadas o que simplemente no contribuyan positivamente a nuestra labor.

 

Para finalizar os dejo unos pequeños consejos mágicos:

 

Antes de llevar a cabo tu ritual pregunta al tarot o a las runas qué tienes que tener en cuenta a la hora de realizarlo. Planifica bien todo lo que necesitas, define lo más exactamente posible tu intención, reúne los materiales, conságralos, conecta con ellos, hazlos tuyos. Conecta contigo mismo y ten la mejor actitud posible. Tal vez tengas que repetir el ritual cada por tiempo si no logras ver resultados. Es la hora de pasar a la magia sostenida en el tiempo y de quizá cambiar algún factor que no te haya convencido en el ritual anterior. No tengas miedo de innovar y adecuar tus rituales a tu gusto y necesidades. El mejor ritual será el que nazca de ti, no el que venga en el grimorio más antiguo que puedas encontrar en la tienda más recóndita, aunque hay que decir que hay grimorios que funcionan extraordinariamente bien.

 

Muchas veces el resultado del ritual es un simple empujoncito, la magia te prepara el terreno, te lo pone frente a tus narices y tú tienes que dar el siguiente paso, así que debéis  ser congruentes con lo pedido y responder a lo que la magia te ha puesto en bandeja. No le deis  la espalda a vuestra propia magia. Conoced vuestras prioridades, tenedlas claras y sed conscientes de lo que tenéis que ofrecer para conseguirlo, lo que hay que sacrificar y ofrendar. Unificad la Voluntad. Visualizad bien. Mandad magia al pasado y al futuro, recread lo que os funciona, y no os rindáis nunca.


¿Por qué no funciona un hechizo?


A veces los hechizos no funcionan y no sabemos muy bien por qué. Sin embargo, hay varias razones que pueden hacer que los conjuros salgan mal. Te contamos qué ‘errores’ puedes estar cometiendo y cómo solucionarlo. ¿Por qué no funciona un hechizo?

 

Motivos por los que no funciona un hechizo


+ El Universo tiene otros planes: sí, el Universo puede haber recibido tu mensaje alto y claro y puede haber pasado de ti. Esto se debe a que probablemente lo que estabas pidiendo no era lo mejor para ti en ese momento. Es muy sabio, así que ten paciencia.

 

+ No estabas concentrada: el nivel de concentración es algo esencial para que un hechizo salga bien. Si estás pensando en otras cosas o si interrumpen o te alteras por algo, tu hechizo no funcionará porque el Universo no podrá interpretar qué quieres.

 

+No era el momento: la vida da muchas vueltas y puede que este no fuera el momento adecuado para que ocurriese lo que has pedido, pero eso no significa que no vaya a cumplirse dentro de dos días, dos meses o dos años.

 

+ El lugar: es muy importante que escojas un lugar de la casa adecuado para hacer hechizos. Por ejemplo, el cuarto de baño y la cocina son los peores lugares para hacer hechizos porque su energía es neutra o negativa. Los mejores son el dormitorio y el salón.

 

+La hora: la mejor hora del día para hacer un hechizo que necesite la influencia de la luna suele ser las 00.00 horas, mientras que las 12.00 del mediodía es perfecta para hacer hechizos de día. El amanecer y el anochecer también son buenos momentos.

 

+Faltaba algo: utilizar los ingredientes precisos en la cantidad exacta es esencial. Si no tienes romero, no lo puedes sustituir por orégano, por ejemplo. Y si decimos que hay que usar tres pétalos de rosa roja son tres exactamente, ni más ni menos.

 

+No crees en su efectividad: si haces un hechizo pensando 'a ver qué pasa' seguro que no funciona. Para que los hechizos sean eficaces, debes tener fe en ellos.

 

+Necesitas más velas: nunca están de más, pero hay que usarlas con precaución para no crear accidentes. Cuantas más velas, mejor.

 

+Has utilizado un mechero: nunca utilices mecheros para encender velas o incienso, porque el hechizo no funcionará. Recurre siempre a las cerrillas, pues su llama es más pura.

 

+ El incienso no es natural: es esencial que, si el hechizo requiere de la quema de incienso, que este sea natural. Las opciones más económicas que venden en supermercados y tiendas no especializadas no sirven para hacer hechizos.

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