sábado, 17 de abril de 2021

INSTRUCCIONES SECRETAS SOBRE MAGIA Parte I

 


Este método te enseñará a producir fenómenos mágicos de manera práctica. En efecto, el arte mágico es cualquier cosa excepto una ciencia abstracta, y tú serás guiado a lo largo de todo este método a experimentar concretamente los poderosos secretos que te son desvelados.  De este modo, podrás constatar por tí mismo todo lo que la magia podrá aportar a tu vida cotidiana.

          Como todas las ciencias tradicionales y las artes sagradas, la Magia requiere unos conocimientos mínimos por parte del operador que desea iniciarse en ella. Sin estos conocimientos, y saltándote las diferentes etapas, sería ilusorio querer intentar dominar las fuerzas sobrenaturales.

          No obstante, estos conocimientos son fáciles de asimilar y todo el mundo puede iniciarse en ellos sin dificultad. De hecho, lo que será determinante es, sobre todo, el estado de ánimo con el cual abordes la lectura y la práctica de esta enseñanza secreta. Si verdaderamente deseas recurrir a las fuerzas sobrenaturales para que te sirvan de ayuda en esta vida de aquí abajo, llegarás a recoger, con toda seguridad, sus frutos, y resultará de ello una profunda evolución desde el punto de vista mental. ¡ Podrás imponer tu voluntad a tí mismo, a los demás y a tu destino !

           Así pues, para que puedas disfrutar lo más rápidamente posible de una vida mejor, este método ha sido dividido en tres partes:


PRIMERA PARTE:


           La primera parte de este método es una iniciación, una preparación a las prácticas mágicas. Fundamentalmente, aprenderás a desarrollar tus poderes mentales. Es la fase de preparación obligatoria para todo aquel que desea practicar la magia con éxito.


SEGUNDA PARTE:


          En la segunda parte aprenderás a producir un fenómeno, un acto mágico en concordancia con las leyes ocultas. Esta parte constituye la enseñanza mágica propiamente dicha. Fundamentalmente, aprenderás todo lo que hay que hacer para crear un fenómeno de magia: el respeto a las horas y las influencias planetarias, la utilización de los colores mágicos, de los pentáculos y las plantas mágicas

          En esta parte se reunen igualmente todos los cuadros de correspondencia entre los diferentes elementos de magia, las figuras sagradas, los diferentes talismanes de protección y también el calendario de operaciones mágicas, día a día y hora a hora.


TERCERA PARTE:


           La tercera parte te desvelará un conjunto de rituales de magia que permiten obtener todo lo que una persona pueda desear.

           En este método no encontrarás ningún ritual de brujería ni tampoco técnicas de hechicería. En efecto, todo aquello que tenga por objetivo la imposición del dominio de un individuo sobre otro o sobre un grupo, por procedimientos sobrenaturales y recurriendo a fuerzas inferiores, es excesivamente peligroso y puede, en algunos casos, destruir la razón del aprendiz que lo intente. Por el contrario,  lo que se revela en este método es integramente beneficioso, y nunca podrá perjudicar a nadie


CAPÍTULO  I


Todos podemos ser magos

          De todas las artes sagradas, como: astrología, numerología, tarots, etc., la magia es, sin duda, la más “secreta”, aunque sus principios, en la base, recurran y se fundamenten en cosas muy simples

          De hecho, todo lo relacionado con la magia se encuentra rodeado de un misterio. Y las opiniones y creencias sobre este tema están tan divididas que resulta muy difícil hablar objetivamente del mismo. Algunos ven en la aplicación de las leyes mágicas un acto demoniaco, malsano y perjudicial. Los que así opinan cometen un error, y volveré sobre esta cuestión más adelante. Para otros, la magia no es más que la herencia de la superstición, y su razonamiento se limita a la lógica siguiente: “los principios de la magia no tiene base científica y, por lo tanto, ni funciona ni puede funcionar”. Este razonamiento implica cometer otro error. La magia es tan antigua como el mundo, y anterior a toda ciencia. Tanto como podamos remontarnos en la historia, todas las civilizaciones y pueblos ha practicado y sigue practicando aun la magia. Y no porque los científicos no sepan medir las fuerzas que resultan de la aplicación de un procedimiento mágico, esas fuerzas van a dejar de existir.

           Por otra parte, resulta sorprendente constatar que la alquimia ( ciencia próxima a la magia ), fue una disciplina que se enseñó integramente hasta el siglo XV en Universidades, al mismo nivel que la astrología, numerología, teología, matemáticas, latín, etc.

          Otros piensan también que la magia está reservada a un círculo de elegidos. Nada más lejos de la realidad. La magia puede ser practicada por cualquiera, sin necesidad de poseer ningún don especial.

           Ciertamente hay que disponer, como he dicho, de unos ciertos conocimientos y entrenamiento. Y el único don que se requiere en este caso, es, como decía San Agustín: “el don de saber distinguir entre lo que está en nuestro poder cambiar y lo que no podemos cambiar y tenemos que aceptar”

          Con la magia tendrás el poder de cambiar mucho más de lo que te imaginas. Pero hay cosas que nunca podrás cambiar, so pena de transgredir las leyes cósmicas y pagar, a cambio, el precio de tus actos. Esto es lo que hacen algunos iniciados que recurren a las fuerzas inferiores, animales o demoniacas, para satisfacer su egoísmo, sin intentar comprender que la magia es un fenómeno natural sometido a unas leyes establecidas, e infeliz aquel que lo olvide

           Dicho esto, todos en el mundo pueden llegar a ser magos, y tú mismo te sorprenderás al ver que cosas simples como: velas, figuras geométricas, plantas recogidas y preparadas a las horas idóneas, pueden hacer milagros. No por esta razón debe la magia ser considerada como un pasatiempo. Los fenómenos sobrenaturales que pondrá en acción son poderosos y, antes de desencadenarlos, debes reflexionar, en primer lugar, sobre las finalidades que persigues y sobre tus motivaciones profundas.

   

 CAPÍTULO  I I

 

II – 1.1   ¿ Qué es una operación mágica ? 

 

          En la imaginación popular, una operación mágica es algo muy complicado. Es el mago o la maga, encerrado en su laboratorio secreto quien controla las fuerzas de la naturaleza gracias a unos rituales muy complejos, a fórmulas mágicas, a objetos mágicos, etc. ¿Qué es, en realidad?

          De hecho, una operación mágica es mucho más sencilla de lo que ya parece y, a decir verdad, hay muchas posibilidades de que tú hayas realizado una operación mágica rudimentaria sin realmente saberlo. Y, un poco como Monsieur Jourdain, el burgués gentilhombre de Moliére, que hacía prosa sin saberlo, todos nosotros practicamos, ignorándolo, operaciones mágicas de diversos grados

          Simplemente porque todos tenemos, en nuestro interior, unos poderes mágicos que no utilizamos pero que funcionan muy bien, incluso mejor de cuanto podemos imaginar. Un ejemplo muy sencillo te hará comprender esta afirmación

          Cuando el invierno empieza, ¿nunca se te ha ocurrido pensamientos del tipo “ay,  cogeré un resfriado”. Y en el noventa por ciento de los casos, el resfriado está a la vuelta de la esquina.

          Pero esto no es magia, responderás, y esto tiene que ver, más bien, con la psicología. Si, tienes razón, es psicología en el más amplio sentido de la palabra. Pero, ¿ quién te ha dicho que la magia no sea psicología, una forma de psicología diferente de la que conocemos habitualmente ?  En efecto, una operación mágica hace intervenir numerosos factores, entre los cuales uno de los más importantes es el psiquismo del individuo: sus pensamientos. Y este aspecto es uno de los fundamentos de la magia.

           Así pues, para empezar, tienes que saber que la base sobre la cual reposará toda operación mágica estará constituída por nuestros pensamientos, nuestra voluntad de concretar deseos en el mundo material. Tomemos un ejemplo:

          Una persona quiere conseguir un ascenso en su trabajo, y para ello quiere utilizar la magia. Por lo tanto, el punto de partida de la operación mágica será ese deseo.

           Una vez que el deseo está bien determinado, gracias a procedimientos analógicos, a una metodología adecuada, a ciertas ayudas  (talismanes, colores, velas, etc.), el mago “proyectará” ese deseo en el mundo astral a las horas planetarias adecuadas.

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