La brujería es diferente a la magia.
Muchas veces creemos que al hablar de magia nos estamos
refiriendo también a brujería y viceversa, sin embargo, entre estos conceptos
existen diferencias abismales.
La magia es el arte con el que mediante conocimientos y
prácticas, se pretende producir resultados contrarios a las leyes naturales
conocidas, valiéndose de ciertos actos o palabras, o bien con la intervención
de seres fantásticos. El pensamiento mágico origen de la magia, son ciertas
creencias carentes de lógica. Suele estar basado en percepciones síquicas
subjetivas del individuo/colectivo, pudiendo haber sido condicionado por otras
personas que haya conocido o aceptado de algún modo las teorías de dichos
individuos con esas creencias.
En siquiatría, varias enfermedades mentales y trastornos de
personalidad se caracterizan por diversos grados de pensamiento mágico.
A continuación citamos algunos estudios sobre el pensamiento
mágico
• Ocultismo: es el estudio de las
doctrinas ocultas de las diversas religiones y filosofías, haciendo hincapié en
los fenómenos paranormales y los poderes ocultos del ser humano.
• Esoterismo: es el estudio y la
práctica de tradiciones esotéricas, es decir, vinculadas a corrientes
religiosas y filosóficas importantes, pero (al menos en origen) desconocidas o
secretas para el gran público.
• Seudociencia: (‘falsa ciencia’;
del griego seudo: ‘falso’ y scientia: ‘conocimiento’) es un término que da
cuenta de un conjunto de supuestos conocimientos, metodologías, prácticas o
creencias no científicas pero que reclaman dicho carácter. Este concepto es
utilizado por los enfoques epistemológicos preocupados por el criterio de
demarcación de la ciencia y tiene mayor consenso entre las ciencias exactas y
naturales.
• Superstición: es la creencia, no
fundamentada, o asentada de forma irracional en el hombre, de que diversas
acciones voluntarias como: rezos, ensalmos, conjuros, hechizos, maldiciones u
otros rituales, o involuntarias: como la caída de sal al suelo o la llegada de
un martes 13, pueden alterar el destino o la suerte de una persona. Se incluyen
entre las supersticiones la adivinación y sus distintas disciplinas:
astrología, quiromancia, cartomancia o tarot, geomancia o feng-shui,
espiritismo, etcétera, y el curanderismo.
• Brujería: La brujería es el
conjunto de creencias, conocimientos prácticos y actividades atribuidos a
ciertas personas llamadas brujas (existe también la forma masculina, brujos,
aunque es menos frecuente) que están supuestamente dotadas de ciertas
habilidades mágicas que emplean con la finalidad de causar daño.
La creencia en la brujería es común en numerosas culturas,
desde la más remota antigüedad, y las interpretaciones del fenómeno varían
significativamente de una cultura a otra. En el occidente cristiano, la
brujería se ha relacionado frecuentemente con la creencia en el Diablo,
especialmente durante la Edad Moderna, en que se desató en Europa una obsesión
por la brujería que desembocó en numerosos procesos y ejecuciones de brujas (lo
que se denomina “caza de brujas”). Algunas teorías relacionan la brujería
europea con antiguas religiones paganas de la fertilidad, aunque ninguna de
ellas ha podido ser demostrada. Las brujas tienen una gran importancia en el
folclore de muchas culturas y forman parte de la cultura popular.
Si bien este es el concepto más frecuente del término
“bruja”, desde el siglo XX el término ha sido reivindicado por sectas
ocultistas y religiones neopaganas, como la Wicca, para designar a todas
aquellas personas que practican cierto tipo de magia, sea esta maléfica (magia
negra) o benéfica (magia blanca), o bien a los adeptos de una determinada
religión.
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