Un suicidio se prepara durante cuatro o cinco generaciones.
El suicida es un enemigo de su vida porque considera que la vida no es suya:
alguien no se la ha dado, y en su lugar le ha metido en el cuerpo la vida de otro.
Ha fallado la madre, el padre y los abuelos. No es que el
suicida quiera eliminarse a sí mismo, sino a alguien o algo que lo invade.
Destruyendo a su cuerpo comete un crimen porque, en último momento, en la
verdad de la agonía, se da cuenta que ha destruido a su verdadero espíritu: ha
matado a un niño. El suicida sufre porque sabe que, siendo el cáliz de una
Conciencia divina, nadie en su árbol genealógico ha sabido reconocerlo. Ha
crecido entre ciegos…
¿Qué puede haber
detrás de un suicidio?
Si durante el embarazo la madre o el padre no desean al
bebé, a éste le llega la orden de “no vivas”. Puede que la mamá lo aborte,
puede que nazca sin llegar a término, pero si sobrevive al periodo de
gestación, al parto y a los primeros meses de crianza, crecerá con la
programación de “no vivas”. Será una persona con la sensación de que está de
más y con poca fuerza para enfrentar las dificultades pequeñas y grandes, de
modo que tenderá a evadirlas.
¿Con qué están
conectadas esas órdenes?
Con embarazos no deseados que no terminan de aceptarse. Con
dudas sobre si abortar o no. Con preguntas sobre si el bebé nacerá sano que
hacen desear el aborto…
¿Hay otras conexiones
?
Puede ser que alguno de los padres esté pensando respecto al
feto:
“Me estás fastidiando la vida” o ”Llegas en un pésimo
momento”
¿Qué puede suceder después con ese niño? Ese niño, puede
jugar frecuentemente a que muere, puede “hacerse el muerto” flotando en la
piscina o en el mar, puede jugar a esconderse durante horas o a escaparse de
casa.
¿Y de adulto? En el peor de los casos, ese adulto puede
morir de una sobredosis o tener un accidente
¿Nos arroja algún dato interesante el modo que el suicida
elije para la muerte? Podemos establecer un paralelismo, pero recordemos que
detrás del padre y de la madre hay todo un linaje (abuelos con sus hermanos y
bisabuelos), y que siempre hay excepciones en cada caso. Su forma de suicidio,
mostrará la naturaleza aparente del conflicto:
Ahorcarse: Señala un problema con la madre. La cuerda
asesina es el cordón umbilical de su madre, que lo odió desde el momento que
apareció en sus entrañas y luego, ya nacido, por culpabilidad, lo ahogó con sus
esforzados mimos. El cuello nos conecta con la madre y su linaje.
Ahorcarse dentro de un armario, revela que está fatigado de
los impulsos sexuales que le avergüenzan.
Degollarse o disparo en la boca: Un conflicto con el padre
por lo no expresado. La cabeza es el padre, tal y como transmite la expresión
“cabeza de familia”. Encuentra la forma de expresar todo lo que calló durante
su vida, impidiéndose de este modo maldecir a quienes abusaron de él.
Dispararse en el corazón: Todas las muertes relacionadas con
problemas cardiacos son debidas al hecho de no sentirse amada o amado.
¡Atención al significado de los infartos!
Cortarse las venas: Indica un posible nudo homosexual con el
padre o la madre.
Saltar al vacío desde una azotea: Marca un conflicto con los
dos padres. Simbólicamente salta desde el cielo (padre) y se estrella en el
suelo (madre). Interpretaremos igual una caída “accidental” desde un árbol,
será a nuestros ojos un suicidio encubierto.
Si se lanzó de un alto edificio y se estrelló contra el suelo, manifiesta
que no pudo soportar el odio entre su padre (edificio-falo) y su madre (tierra
reprimida): revienta clamando por una unión de su Sol y su Luna, símbolos de
los padres cósmicos.
Arrollado por un tren: Problemas con el padre
(Tradicionalmente el conductor del tren era hombre) Si lo atropella un tren o un poderoso
vehículo, denuncia que los preceptos anquilosados de sus abuelos le impedían
gozar de la vida.
Por ingesta de barbitúricos: Problemas con la madre; es que
de boca de su madre escuchó demasiadas palabras de odio y sufrimiento.
Tiro en la cabeza, proclama que su padre lo ha destruido con
sus conceptos rígid.
Ahogado en el mar (la playa): Problemas con la madre expresa
el deseo de regresar al vientre materno para ser parido en una forma correcta,
con amor y no con rechazo…
Prenderse fuego lamenta el abandono de su padre, al que ve
como Dios.
Dice Alejandro Jodorowsky que resulta útil interpretar
cualquier accidente como una forma de suicidio. Incluso en el lenguaje de la
calle, cuando alguien tiene un accidente mortal conduciendo, decimos que “se ha
matado con el coche”.
¿El suicidio es un
tema tabú en muchos grupos sociales?
Bien es sabido que en nuestra cultura la familia esconde
cualquier suicidio. Un problema religioso impide el acceso al camposanto en
caso de suicidio, gran pecado mortal que cierra las puertas del cielo. Por
tanto la familia siempre dice que ha sido un accidente y de ese modo pueden ser
enterrados.
¿Y cuando no llega a término y la persona se salva?
No siempre los intentos de suicidio acaban en muerte, cuando
alguien sale con vida de un accidente gravísimo (por ejemplo de coche) debería
plantearse un cambio de vida radical. Interpretar esa circunstancia como si se
tratara de una nueva oportunidad que le da la vida…
¿Qué puedo hacer si
descubro que ese es mi caso?
La buena noticia es que cualquiera de estas circunstancias
puede ser observada, y reconceptualizada en una consulta de Bioneuroemoción se
rompe con estos programas, se cortan y se despiertan, el amor a la vida, el
sentirse, bienvenido, encontrar mi misión, sentirme en casa, reconocer que yo
estoy con la vida, yo escogí la vida, esta es mi vida y yo la amo y la honro.
Todo se sana al momento en que amplio mi visión, tomo responsabilidad de mi
vida y me salgo de la víctima del niño rechazado!
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